Investigadores y docentes de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (Unpa) investigarán la ubicación de las fosas donde fueron enterrados los peones rurales fusilados en el oeste santacruceño por el Ejército nacional tras las huelgas de 1921. El proyecto se afirmó tras rubricar convenio entre el Archivo Nacional de la Memoria (ANM) y la casa de altos estudios patagónica.
El vicerrector de la Unpa, Hugo Santos Rojas, y el presidente del ANM, Horacio Torres Molina, firmaron el protocolo adicional al convenio marco existente entre ambas instituciones, con el fin de realizar un estudio prospectivo para la ubicación de entierros colectivos o individuales en la estancia La Anita.
El grupo de docentes universitarios de Río Gallegos y Caleta Olivia trabajará en conjunto para poder ubicar fosas de fusilamiento en la estancia La Anita, en El Calafate. En este contexto, Virginia Barbieri, secretaria de Extensión, adelantó que una vez se inicien los trabajos en estancia La Anita, se espera "firmar un segundo protocolo que incluya el relevamiento de tumbas masivas en cercanías de Puerto Deseado, Jaramillo, Fitz Roy y Gobernador Gregores" y reveló que la expectativa, a futuro, es "poder abarcar toda la provincia de Santa Cruz".
Por su parte, Elida Luque, docente investigadora de la Unidad Académica Río Gallegos, una de las referentes del Grupo Contraviento (integrado además por los profesores Miguel Auzoberría, Susana Martínez y Hugo Huenul), aseguró: "Abordamos el tema, pero no en función del desarrollo de la huelga, sino en el significado de esa huelga y en el nivel de violencia y represión con que se cierra, y por eso nuestro proyecto se llamaba ‘La constitución de un territorio social', que es el territorio social de la burguesía, que necesita de este nivel de enfrentamiento y de eliminación para consolidarse como clase".
Consultada sobre el panorama que se abre a partir del convenio entre la Unpa y el Archivo Nacional de la Memoria, Luque destacó el hecho de "que sea nuestra universidad la que deba ocuparse de la localización de las tumbas colectivas de La Anita, que es un lugar tan emblemático, y de otros puntos de la provincia".
La docente recordó que en esa estancia "se realizó una gran asamblea donde se habían dirimido las posturas a seguir y luego de que triunfara la opción de rendirse, Antonio Soto (el líder de las huelgas en zona sur) se negó y se fue con otros 12 hombres, mientras que los que se entregaron fueron masacrados".
Luque manifestó que el objetivo en principio es "señalar, localizar el espacio de esa tumba colectiva" y explicó que para esas tareas se conformó un grupo interdisciplinario que incluye también a los doctores Alejandro Súnico (Geología), Bautista Belardi y Flavia Carballo (Arqueología) y Miriam Vázquez (Geografía).
Pero advirtió que "si sólo se queda en un relato liviano que le sirve al turismo para hacer catarsis y nadie recuerda la lucha, no estoy segura de que sirva de algo".
Anticipo del terror. Horacio Torres Molina dijo que "la idea es comenzar con estancia La Anita, que es un lugar muy significativo de las huelgas del 139796798521, donde los datos históricos indican que hay muchos fusilados en ese lugar" y confirmó que "con posterioridad se realizarán tareas referidas a otros lugares de la provincia".
Torres Molina explicó que si bien el ANM desde su creación, en 2003, estuvo mayormente abocado a investigar hechos relacionados con la última dictadura militar, el interés sobre las huelgas patagónicas del ‘21 radica en que fueron "un anticipo de lo que muchos años después fue el terrorismo de Estado".
Relevamiento. "Nosotros vamos a hacer un relevamiento histórico con archivos que tenemos de las huelgas patagónicas, con antecedentes que existen de la Sociedad Obrera de Río Gallegos a partir del año 1918. Esa documentación la tenemos digitalizada en el Archivo Nacional de la Memoria. Y también vamos a colaborar con las tareas concretas que se hagan, primero en estancia La Anita y después en los puntos más significativos del resto de la provincia", acotó.
Por otra parte, Torres Molina aclaró que el trabajo proyectado se limita a "identificar la existencia de tumbas y hacer la señalización correspondiente" y no se contempla por el momento la posibilidad de avanzar en la identificación de las víctimas de los fusilamientos. "Es muy difícil. Pensemos que para identificar a los desaparecidos durante la última dictadura existe todo un equipo, con una gran inversión, y además están los familiares, que hacen su registro genético. Nosotros carecemos de registros de los familiares de las víctimas de las huelgas del ‘21", precisó.
Por último, expresó que en caso de obtener resultados positivos en estancia La Anita, se espera que sea "un lugar de recordación, de aprendizaje, de enseñanza para la población y para el país a partir de una experiencia que nos indica que hechos de esa naturaleza no pueden volver a repetirse".