"En el último año y medio se creó un puesto de trabajo en el sector primario, por cada quince destruidos en la industria". Así de contundente fue el resultado de un informe elaborado por la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), que hizo un recorrido sobre el empleo registrado desde fines de 2015 hasta la actualidad. En ese período "se destruyeron en forma consolidada más de 45 mil puestos, tan sólo en el sector privado formal". Además, en 18 meses, en ese segmento, los trabajadores perdieron en promedio entre un 9% y 10% de salario en términos reales.
En función a los datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa), registrados por el Ministerio de Trabajo, se observa que en cuanto al empleo privado registrado, hay más de 16.000 puestos de trabajo menos en la comparativa entre mayo de 2017 y fines de 2015, con un pico del deterioro en agosto 2016.
Pero en la actualidad, el mercado de trabajo está mostrando modificaciones en su composición. "Los cambios más notorios se están registrando en el empleo industrial, por la crisis que está afectando al sector", indicó la Undav y remarcó el efecto del alto nivel de importaciones "en rubros que generan muchos puestos de trabajo".
Además, "se observa un sensible aumento del empleo en condiciones de monotributo". Según la universidad, este tipo de empleo tiene características particulares, pero en general se considera de menor calidad que el registrado en relación de dependencia. "El aumento puede tener origen en que la persona despedida recibe una indemnización y encara algún proyecto de cuentapropismo", dijo. Por otro lado, esta transformación en la dinámica de empleo también puede denotar un cambio en la modalidad contractual de las empresas. Muchas firmas optan por contratos de servicios tercerizados, a fin de diluir el contrato formal y maquillar la relación laboral.
"Este esquema de relación laboral encubierta no es nuevo, pero mostró un notorio crecimiento en los últimos meses, a partir de un Ministerio de Trabajo muy alejado de su rol de tutelar los derechos de los trabajadores", señaló. Y concluyó: el origen del crecimiento del monotributo no necesariamente es un buen síntoma en materia de calidad de empleo.
Según algunos datos oficiales en las últimas semanas la economía mostró signos de recuperación en sectores puntuales, como construcción, agropecuario y algunas ramas industriales. No obstante, "el crecimiento observado no motoriza la suficiente creación de empleo, como para revertir lo sucedido en el último año y medio", indicó la Undav.
Esto ocurre porque "el modelo dinamiza sectores primarios de baja elasticidad de empleo, mientras muchas industrias pymes se ven afectadas por las importaciones, como el sector textil, calzado, alimentos, etc", agregó.
Números del desempleo
El informe de Undav señala que el bajo flujo de capitales extranjeros en forma de inversiones reales directas aplicados a actividades productivas generadoras se vincula con el lento proceso de creación de empleos registrados, a tal punto que en muchas ramas de la economía la tendencia pasó a ser de una disminución de los puestos.
Dentro del sector privado, la industria manufacturera vio relegada su planta laboral (también con 18 meses de merma de puestos) en 57.977 trabajadores, es decir un promedio de 3.221 despidos por mes (la masa laboral se redujo un 5% en relación a fines de 2015).
Un comportamiento análogo se registra en otros sectores relevantes en la economía como la industria de la construcción, que perdió de diciembre de 2015 a mayo de 2017 un total de 11.177 obreros, es decir que se despidieron en promedio 21 trabajadores de la construcción por día.
Otro sector comprometido fue el de las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, que expulsaron un total de 23.060 trabajadores en el mismo lapso, es decir a 43 trabajadores por día. Entre los sectores que sumaron (escasamente) trabajadores se encuentran los ligados a las actividades primarias como la agricultura, ganadería, caza y silvicultura con un aumento de 3.740 trabajadores y los relacionados con la intermediación financiera (1.515 trabajadores).
"Se ven relegadas en la participación total del empleo agregado las actividades industriales), al mismo tiempo que las actividades primarias crecen (esta relación se expresa en que por cada empleo que se creó en el sector primario, se perdieron 15 en la industria manufacturera)", indicó Undav.
Por otro lado, a nivel agregado existe un crecimiento del empleo público de 54.180 que sirve de fundamento para aplacar la pérdida del sector privado. "Si tenemos en cuenta el crecimiento de los trabajadores monotributistas autónomos, independientes y monotributo social, los mismos suman 106.051 «nuevos empleos»", aseguró Undav.
A nivel salarial, los ingresos de los trabajadores se vieron impactados por una "insuficiente" actualización por sobre los niveles de inflación, agregó el relevamiento. En el sector privado, la remuneración mediana se incrementó de $ 12.308 en noviembre de 2015 (se toma noviembre debido a que el mes de diciembre se ve influenciado por el aguinaldo) a $ 18.923 a mayo de 2017, es decir un 53,7%.
Si se toma la inflación acumulada para ese período (IPC Caba), da 63,1%. Es decir que los trabajadores del sector privado perdieron en promedio entre un 9% y 10% de salario en términos reales.
Entre los sectores que menores actualizaciones de sueldos y por lo tanto mayor pérdida sufrieron frente a la inflación se encuentran la agricultura, caza, ganadería y silvicultura (12,1% de pérdida real), construcción (7,5%), comercio (6,1%), hoteles y restaurantes (12,1%), enseñanza (7,5%) y los servicios sociales y de salud (9%).
Los empleados del sector público tuvieron un incremento salarial del 47% desde noviembre 2015 a marzo 2017. Con esta evolución, sufrieron una pérdida contra la inflación del orden de los 6,8 puntos porcentuales.