En ese sentido, para Fernández Pastor la ecuación es simple: "Al entregar recursos a los sectores más vulnerables, se vuelcan inmediatamente en el consumo, éste hace mover la maquinaria económica, genera mayor producción y seguramente, como ocurrió, algunos picos inflacionarios pero fundamentalmente genera desarrollo. De allí que cuando uno más va inyectando plata en la rueda económica, mejor le va yendo a la economía argentina. Por eso yo creo que es fundamental tener en cuenta esta circunstancia".
Para el profesional es "interesante" analizar lo que dicen al respecto "los economistas de hoy, como que aquello fue una fiesta impagable, una cosa casi absurda, cuyo mejor exponente fue (Javier) González Fraga cuando dijo que los sectores medios creyeron que podían comprar celulares, viajar al extranjero. En realidad, lo que se logró demostrar en ese momento es que todo eso es posible. Lo que pasa es que para los neoliberales esto es casi un crimen de lesa humanidad: ¿Cómo van a tener los pobres la posibilidad de vivir adecuadamente y hasta de tener celulares?", ironizó.
El especialista destacó que un punto a tener en cuenta para comprender ese "de dónde se viene" es que "cuando se produjo la inclusión jubilatoria, en cada casa donde había una jubilación aparecieron dos, porque si la mujer era ama de casa o el hombre estaba desocupado y la mujer trabajaba, cuando llegaron a la jubilación ambos tuvieron la oportunidad. Y aún hoy esa circunstancia existe. Y esto permite paliar la crisis de otra manera. No es lo mismo tener la mitad, que tener el doble. Esto es así de sencillo".
"Hoy está pasando exactamente lo inverso. Vamos a un proceso de disminución de derechos y la quita de inclusión, la expulsión del sistema. La mejor expresión de esto está en la ley de reparación histórica, donde figura la creación de una comisión que se va a dedicar a reformar el sistema previsional y tiene como nombre 'comisión de sustentabilidad previsional'. Qué significa esa palabrita 'sustentabilidad' de la que no sólo la ley de reparación histórica habla sino también el Fondo Monetario Internacional (FMI) habla, el Banco Mundial habla, los organismos internacionales gastan muchas hojas para explicarla", indagó.
En la Argentina es muy claro lo que significa: "En el país el sistema previsional se financia en un 50% con aportes y contribuciones y un 50% con impuestos. La sustentabilidad sería que el sistema se financie solamente con aportes y contribuciones, por lo que si saco el 50 % de los impuestos, a las jubilaciones hay que llevarlas a un 50% de lo que cobra hoy un jubilado. Parece una exageración, pero hay que recordar que cuando asumió Néstor Kirchner, un jubilado ganaba 75 dólares, y durante 12 años la jubilación mínima se llevó a 150 dólares. Yo creo que es posible llegar a ese valor (75 dólares)", especuló.
Todo el resto de medidas que se están tomando además de la reparación histórica "como la disminución de pensiones a personas con discapacidad, a las personas más pobres, todo esto diría que son los daños colaterales del sistema que se llevan puesto al resto de los programas. El tema central para el gobierno hoy en materia previsional es cómo usar el fondo de garantía de sustentabilidad que tiene 55 mil millones de dólares más 10 mil millones del blanqueo, como un modo para financiar al Tesoro y por el otro lado, cómo disminuir en términos reales la jubilación. Este proceso ya comenzó en 2016 cuando los jubilados perdieron el 15,2% de su capacidad de compra con su jubilación, así que llegar al 50% no es muy difícil ni imposible. Creo que lo van a lograr en un tiempo razonable", advirtió.
El FMI recomienda
Para Fernández Pastor es muy posible que reaparezcan las AFJP en caso de que el macrismo se imponga en las elecciones legislativas. En ese sentido, explicó que existe una recomendación del FMI enmarcada en el llamado artículo 4º, donde hay cinco temas que involucran a la seguridad social. "El primero es este tema de la sustentabilidad que es la madre de las batallas para el FMI y para el Banco Mundial", dijo y aclaró que "en la Argentina, hasta el 2015, se invertía en seguridad social 9,2% del PBI, mientras que esos organismos internacionales hablan que el gasto en ese concepto para los países subdesarrollados no debe superar el 4,5 % o el 5% del PBI. Todo tiende al mismo rumbo: hay que ganar la mitad o reducir la cantidad de jubilados a la mitad" dijo. Y cualquiera de los dos caminos "es tortuoso y patético", reflexionó.
La segunda cuestión que recomienda el FMI es el aumento de la edad jubilatoria. Particularmente para la mujer se avanzaría en 5 años y para el hombre posiblemente en 2 años más, aunque estos últimos "se podrían resignar. Habrá que ver hasta dónde pueden llegar, pero lo cierto es que el intento de avance está, siempre contra los más humildes, tal es así que en la ley de reparación histórica se prevé la asignación universal para el adulto mayor que lleva la edad de la mujer a los 65 años.
La tercera recomendación la modificación de la llamada tasa de sustitución, que es la relación entre lo que gana una persona cuando se jubila y lo que ganaba cuando era un trabajador activo. Ese cálculo "hoy está en el orden del 60% y la quieren disminuir al 30-35% porque haría sustentable un régimen de capitalización, que ha demostrado una incapacidad absoluta para poder pagar una buena jubilación, aunque una buena capacidad para pagar una jubilación del 35-36% como ocurre en Chile, después de haber vivido un proceso de largo plazo. Es probable que este camino también se recorra", vaticinó.
El gobierno también tendría intenciones de modificar o derogar la ley de movilidad jubilatoria, "que es quizás una de las reivindicaciones y uno de los hitos más importantes en la historia argentina en materia de seguridad social: la posibilidad de que la jubilación se actualice por ley y que no sea necesaria la intervención de ningún ministro de Economía para resolver cuál debe ser el haber mínimo de los jubilados", valoró el abogado.
Hacia un sistema de pilares
Fernández Pastor explicó que en caso de que el gobierno haga una elección cómoda y recorra todo ese camino al ritmo de las recomendaciones del FMI, el sistema previsional se transformaría en lo que se conoce como sistema de pilares, promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la década de los 90. Tal modelo "tiene un pilar asistencial para los más pobres, que en este caso sería la asignación universal para el adulto mayor, donde va a haber que presentar certificado de pobreza, ser prácticamente indigente para obtener ese beneficio que se cobrará a los 65 años para hombres y mujeres.
Luego habría un pilar general, con una jubilación limitada, acotada, que sería para los trabajadores comunes y corrientes y finalmente un régimen de capitalización para los de mayor capacidad económica".
Tal esquema de capitalización "ya existe en la Argentina para los sectores pudientes, porque uno puede ir a una compañía de seguros y compra una renta vitalicia", por lo que es optativo. Fernández Pastor sospecha que en el futuro se implementarían algunas pautas de obligatoriedad para que todos deban entrar en ese sistema y que los recursos que vayan a ese retiro privado, estén exentos de impuestos, lo cual quiere decir que la jubilación de estas personas se la vamos a pagar el resto de los argentinos, porque serán impuestos que no ingresen para financiar los gastos corrientes y que van a beneficiar a aquellas personas que los ponen en sus cuentas de capitalización. Este parecería ser el camino inexorable que intenta recorrer el gobierno".
Futuro hipotecado
Poniendo blanco sobre negro, en 2016, los jubilados y pensionados perdieron por la aplicación de la ley de movilidad el 15,2% de su capacidad de compra en un contexto inflacionario. "Ese porcentaje ya está, ya se perdió, y sigue la vida normal. ¿Quiénes van a ser los más afectados? Los que vengan. Porque el mismo índice que se utilizó para la actualización de hoy se va a utilizar para actualizar los haberes en los próximos diez años de todos los trabajadores activos que ingresen al sistema previsional. Entonces perdió el 15,2%, le van a bajar la ley de movilidad, le van a aumentar la edad, entre otras cosas, por lo que el resultado va a ser patético si no hay nada en el camino que lo detenga", dijo.
Las consecuencias son a largo plazo. Las del sistema de capitalización que recibió Néstor Kirchner las heredó del "menemismo que vivió la fiesta y jugaba con los jubilados, más allá del llanto de Domingo Cavallo con Norma Pla. Pero en términos reales (Carlos) Menem pudo pasar el gobierno lo más tranquilo, la noche se le vino a Néstor Kirchner que sacó que la manga el plan de inclusión jubilatoria y consiguió paliar la situación de la Argentina, pero lo cierto es que la crisis le llegó diez años después. Acá va a pasar lo mismo: la verdadera crisis que está haciendo el macrismo le va a venir al próximo gobierno o quizás al otro", alertó Fernández Pastor.
Para el profesional, la mansedumbre o falta de reacción del sector pasivo frente al avance neoliberal sobre el sistema previsional se explica precisamente por los tiempos de impacto. "En materia de seguridad social, una persona que está jubilada hoy está en una situación que va a seguir siendo la misma. ¿A quién se le puede modificar la realidad? A los que vengan atrás, no a los que ya están en ésta. Por eso cada vez que uno está hablando de seguridad social está hablando más del futuro que del presente".
"Hoy el gobierno goza de la ventaja de que el plan de inclusión jubilatoria le da una situación no diría de holgura, pero dentro de la comparación en el modelo económico que estamos viviendo, un poquito mejor que la del trabajador normal y ni hablar del desocupado. Entonces eso hace que la gente se recluya diciendo 'no vaya a ser que me toquen la jubilación'. Y eso hace a la mansedumbre, porque los que van a ser afectados son los próximos jubilados".
Lo que vendrá
El límite del ajuste "lo ponen siempre los ajustados, es decir, hasta dónde el pueblo está dispuesto a llegar. Si en el próximo proceso electoral el gobierno pierde las elecciones, esto significará un parate en este conjunto de decisiones y por supuesto no van a poder seguir avanzando. Pero lo que no tengo dudas es que si el gobierno hace una elección razonablemente buena, va a avanzar rápidamente en este terreno: la centralidad del proyecto neoliberal, como fue durante la gestión de Domingo Cavallo, o el ajuste brutal que se viene, apunta justamente a la seguridad social. Veremos si lo logra. La decisión siempre la fijan los ajustados: si hay una reacción popular, si hay un voto contrario al proyecto del gobierno seguramente eso no ocurrirá", indicó.
Pero curiosamente, "si uno lee las encuestas, es entre los viejos donde mejor le va al gobierno, porque,al conservar aún los beneficios. Y porque ven que sus hijos ganan 10 mil pesos y ellos ganan 13 mil, entonces dicen 'me va mejor que mis hijos', y en realidad el que está mal es el hijo", remató.
"Es una mentira la reparación histórica"
El abogado Miguel Angel Fernández Pastor no se cansa de denunciar que la ley de reparación histórica es una "mentira" y que su objetivo "nunca fue mejorar el haber de los jubilados ni disminuir los juicios, porque resulta que despertó una catarata de litigios nuevos que ya superan los 60 mil".
El ex funcionario de la Ansés explicó que "la ley de movilidad actualiza los haberes en septiembre y en marzo, por lo tanto en septiembre de 2015 fue el último aumento que dio Cristina Kirchner. Si uno toma lo que se gastaba mensualmente en septiembre de 2015, aplica el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de la ciudad de Buenos Aires (que lo hace el PRO) y lo trae acá, da más o menos 62 mil millones de pesos mensuales. Si uno toma abril de 2017 ( último dato) y lo compara, gasta 60 mil millones de pesos mensuales. Es decir, aquel haber actualizado a hoy da 2 mil millones de pesos más que lo que se gasta hoy.
El profesional remarcó que el fundamento conceptual de la reparación histórica "es hecho por el Banco Mundial, que instaló en Argentina una oficina entre diciembre de 2015 y julio de 2016 para desarrollarlo". El objetivo central del proyecto "era quedarse con el fondo de garantía sustentabilidad. Porque además de gastar lo mismo, del fondo de garantía se gastan 5.600 millones de dólares anuales como crédito para el Tesoro, que no necesita pagar esto y así los jubilados financian su propio ajuste".
"Además de la gran mentira de que el gobierno pagó los haberes y la cantidad de gente que lo recibió, hay una prueba elocuente que demuestra que la reparación histórica es mentira: hace 16 años que Ansés realiza un informe estadístico detallado de cada una de las prestaciones y de lo único que no habla es de esa ley. No lo hace porque no puede, porque eso es hecho por la propia estructura de Ansés que mira un tablero de control en una pantalla y no la encuentra, porque es un secreto guardado bajo 7 llaves para no poder mostrar la trampa que significa", denunció.