La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación pedirá hoy a la Justicia platense que revoque el beneficio de la detención domiciliaria concedido al condenado ex represor Miguel Etchecolatz, de 87 años y preso en el hospital del penal de Ezeiza.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación pedirá hoy a la Justicia platense que revoque el beneficio de la detención domiciliaria concedido al condenado ex represor Miguel Etchecolatz, de 87 años y preso en el hospital del penal de Ezeiza.
La presentación se hará ante el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata, que el viernes pasado dictó un fallo en beneficio del ex jefe de Investigaciones de la Policía Bonaerense.
Entre los motivos que alegará la secretaría para apelar figurarán, según los informantes, "las diferencias que existen en las pericias médicas" hechas a Etchecolatz, condenado a cuatro reclusiones perpetuas por delitos de lesa humanidad y genocidio durante la dictadura.
El juez federal Ernesto Kreplak recibió una denuncia para que se investigue la supuesta falsedad en los informes médicos de Etchecolatz, en base a las diferencias del peso del reo entre un informe del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema —elaborado en abril— y otro rubricado en julio por los profesionales penitenciarios del hospital intramuros de Ezeiza.
El segundo informe consigna un peso superior en seis kilos al primero. De todos modos, los médicos sostienen que el represor perdió 8 kilos durante la huelga de hambre que inició para reclamar su prisión domiciliaria.
En base a esa supuesta pérdida de peso los penitenciarios recomendaron que Etchecolatz regresara a su casa.
Al respecto, la fiscalía reportó: "Podríamos encontrarnos frente a una posible estafa a la administración de justicia a través de la falsedad ideológica de los informes remitidos a la causa por los funcionarios".
Añadió que la situación "cobra especial interés toda vez que (el peso) resulta un aspecto cuasi determinante a los fines de valorar la incidencia de la huelga de hambre en la salud del imputado".
Para la fiscalía, no es creíble que Etchecolatz hubiera aumentado seis kilos en tres meses y que, tras una huelga de hambre de 18 días, hubiera regresado a un peso similar al inicial.