Unos 10 mil trabajadores marcharon ayer por el centro de Rosario para rechazar los despidos, el ajuste y los tarifazos. También para reclamar a todas las centrales sindicales la convocatoria a un paro nacional y la conformación de un frente político y social que derrote en las urnas al modelo económico del presidente Mauricio Macri.
Esas fueron las consignas más fuertes que se escucharon en el acto realizado en la plaza Montenegro para recibir a la columna NEA de la Marcha Federal, la movilización arrancó el miércoles en cinco puntos extremos del país y hoy culminará en la Plaza de Mayo.
La marcha organizada por las dos CTA y varios movimientos sociales, cuenta con la adhesión de numerosos gremios nucleados en la CGT. En Rosario hubo una participación muy significativa del Movimiento Sindical Rosario. Así, junto a estatales y docentes, núcleos duros de las centrales alternativas, marcharon desde la plaza San Martín a la Montenegro columnas de mercantiles, metalúrgicos, bancarios, mecánicos, albañiles, lucifuercistas, portuarios, docentes privados y no docentes, entre otros. La Multisectorial contra los Tarifazos también es activa protagonista de la Marcha Federal. Lo mismo que los movimientos sociales y organizaciones políticas que ayer dijeron presente.
Desde el palco, referentes nacionales y regionales de la CTA de los Trabajadores y de la Corriente Federal que lidera el bancario Sergio Palazzo, insistieron en el llamado a la unidad de las organizaciones sindicales, convocaron a "volver a la senda" planteada por la movilización que protagonizaron el 29 de abril los cinco nucleamientos gremiales y reclamaron la convocatoria a un paro nacional.
"Hay que volver al camino de la movilización del 29 de abril porque tras el veto de Macri a la ley antidespidos, las cesantías se duplicaron", arengó Hugo Yasky, secretario general de la CTA-T. Frente al grito de la multitud reclamó un paro nacional pero advirtió que esa medida debe ser convocada por "todas las centrales juntas".
Tras recordar que en ocho meses de gobierno, la administración de Mauricio Macri batió récords de desempleo, pobreza e inflación, consideró que las organizaciones sindicales deben articular "un frente que confronte con el presidente y le ponga límites". La huelga nacional sería, en este esquema, la línea divisoria que marque "una vía de salida de este proceso de ajuste económico".
Sergio Palazzo, el líder bancario que como referente de la Corriente Federal reclamó en minoría a la CGT unificada que convoque a un paro, fue en el mismo sentido. Tras denunciar que el gobierno "lleva adelante el mismo plan económico de Martínez de Hoz" consideró que "hay que construir un frente con todos los sectores populares, no sólo gremiales, para terminar en las urnas, en las elecciones de 2017 y 2019 con este modelo neoliberal que les está jodiendo la vida a los argentinos".
Para el secretario general de La Bancaria y titular del Movimiento Sindical Rosario (MSR), Matías Layús, la historia puso al movimiento obrero "en el centro de la escena política para liderar la resistencia" contra la política económica. "Somos respetuosos del voto popular pero también del derecho a salir a la calle a protestar", dijo. Y bramó: "Lo que sí queremos es la salida anticipada de este plan económico".
Contra la demonización. El rechazo a la demonización que el oficialismo hace de la protesta social fue recurrente. Layús denunció que el plan de Macri está desestabilizando a la economía, mientras que Palazzo y Yasky acusaron al gobierno nacional de romper el contrato electoral y conspirar contra la paz social.
Fue unánime, también, el repudio al golpe institucional contra Dilma Rousseff.
La Marcha Federal se propuso como vehículo de unidad de la clase trabajadora. "Hoy el pueblo se moviliza desde los cuatro puntos cardinales para advertir que no va a dejar pasar el ajuste y el hambre", dijo Paulo Juncos, secretario general de CTA-T en Rosario, para quien "la unidad del campo popular es sagrada en este momento".
Coincidió Jesús Noni Monzón, secretario general de la CGT San Lorenzo, quien interpeló a la dirigencia gremial nacional: "Aquí están las bases, si los dirigentes no salen a la calle, tienen que saber que el pueblo sí lo hará".
Sonia Alesso, secretaria general de la Ctera, recordó el protagonismo de Rosario en las luchas de los 90. "Como en el 94, queremos decir que estamos juntos, que el movimiento obrero no se compra ni divide", dijo, tras recordar las consignas de la movilización: "No al ajuste, no al tarifazo y no a los despidos".
Las cinco columnas de la Marcha Federal partieron de San Salvador de Jujuy, Posadas, Mendoza, Esquel y Comodoro Rivadavia. Además de Rosario, hubo actos ayer en Santa Fe, Córdoba y Mar del Plata. Las columnas convergerán hoy en la Plaza de Mayo, donde se sumarán además varios gremios enrolados en la CGT unificada (como los camioneros conducidos por Pablo Moyano), partidos políticos y organizaciones de derechos humanos.
"Se construye un paro nacional"
El secretario general de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A), Pablo Micheli, aseguró ayer que la marcha federal robustecerá "la construcción de un paro nacional que se realizará en una fecha muy breve". El sindicalista encabeza junto con otros dirigentes la movilización que comenzó con columnas que avanzan desde el Noroeste y Noreste Argentino (NOA y NEA), Patagonia Este y Oeste y Cuyo. Hoy convergerán en Plaza de Mayo.