El gobierno decidió eliminar el reintegro de 5 puntos del IVA para compras con tarjeta de débito de hasta 1.000 pesos, vigente durante quince años, con el objetivo de reducir el déficit fiscal.
El gobierno decidió eliminar el reintegro de 5 puntos del IVA para compras con tarjeta de débito de hasta 1.000 pesos, vigente durante quince años, con el objetivo de reducir el déficit fiscal.
La medida busca ahorrar más de 7.500 millones de pesos este año y se inscribe en la decisión del flamante ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de achicar el desequilibrio de las cuentas públicas.
La decisión se tomó pese a que las ventas arrastran meses de caída y la devolución era un incentivo para incrementar el consumo y el blanqueo de la economía.
Preocupación en los comercios
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) expresó ayer su preocupación la quita del reintegro ya que "cualquier reducción de incentivo al consumo resulta relevante teniendo en cuenta la caída de 12 meses consecutivos de las ventas minoristas, con una baja interanual promedio del 7 por ciento".
Pese al refuerzo del salario social, las jubilaciones y las negociaciones por bonos de fin de año que se vio obligado a impulsar el gobierno por el reclamo de los movimientos sociales, los sindicatos y la oposición, el consumo bajó en diciembre pasado 5,4 por ciento. La reducción de las ventas minoristas en 2016 alcanzó a 7 por ciento.
El reintegro había arrancado en noviembre de 2001, poco antes de que cayera el gobierno de Fernando de la Rúa, y se fue prorrogando año a año, pese a que la economía tuvo por momentos tasas de crecimiento altas.
Cuando asumió Macri, el saliente ministro Alfonso Prat Gay dejó en claro que era una medida en revisión, ya que la extendió sólo por cuatro meses, mientras que por el consumo y la economía en general para abajo, se estiró hasta fin de año.
En el Ministerio de Hacienda consideraron que el esquema vigente hasta fines de 2016 "quedó antiguo porque el mundo se movió hacia un formato de pagos electrónicos, no tiene sentido mantener un privilegio para tarjetas de débito".
Y admitieron el objetivo final de la decisión: "Tenía un costo fiscal demasiado alto y no cumplía con el objetivo de fomentar el uso de tarjetas".
El fisco dejó de recaudar unos 6.000 millones de pesos el año pasado por este sistema mientras que en 2015 habían sido cerca de 4.500 millones.
Antes de terminar el año, salió una resolución que prevé una devolución de IVA para turistas extranjeros en servicios de alojamiento.
Reintegros direccionados
El año pasado también comenzó a regir una norma para restituir el IVA a jubilados con haberes bajos y beneficiarios de planes sociales en compras de alimentos y productos básicos. Ahora vino el recorte en la devolución general.
A pesar de este escenario, en el presupuesto nacional para 2017 figura el costo fiscal del reintegro: 7.500 millones de pesos, contra los 6.077 millones que habían sido presupuestados para 2016. En 2015 fueron 4.500 millones.
La última prórroga
La última prórroga de este beneficio había sido dispuesta en abril del año pasado, pero vencido el plazo _el último día de 2016_ la extensión del mecanismo no fue publicada en el Boletín Oficial.
El reintegro se acreditaba en las cuentas de los consumidores entre el 1 y el 5 de cada mes.
El objetivo de esta devolución era incentivar la bancarización y limitar las compras "en negro". Incluía una devolución de 3 por ciento para adquisiciones con tarjeta de crédito, que se dio de baja.
En aquel año, el tope se fijó en mil pesos, y nunca se modificó tras las sucesivas prórrogas.
Fuentes oficiales rescataron que se mantiene el reintegro del 15 por ciento por el uso de las tarjetas para jubilados que cobren la mínima, pensionados y a aquellos que perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y por embarazo, que vigente para compras de hasta 300 pesos mensuales.
La medida de no prorrogar la devolución de 5 por ciento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para las compras con tarjeta de débito tendrá un "impacto negativo sobre el consumo formal", consideró el economista Fausto Spotorno.
En la misma línea se pronunció el economista Orlando Ferreres: "Naturalmente, tendrá un impacto negativo sobre el consumo formal, como toda suba de impuestos".
El consumo masivo acumula doce meses de caída, producto de la inflación provocada por la devaluación y el desempleo incentivado por las señales de ajuste del gobierno nacional. En 2017, el pronóstico es reservado.
Más cifras del "sinceramiento"
El blanqueo de capitales ya permitió recaudar 106.760 millones de pesos en penalidades hasta el 31 de diciembre de 2016, informó ayer la Afip. El jefe de ese organismo, Alberto Abad, dijo que se abrieron 112 mil cuentas bancarias con depósitos por 7.200 millones de dólares. Además, se "sinceraron" 45.013 inmuebles en el país y el exterior por otros 6.000 millones de dólares. Hasta el 31 de marzo, a quienes quieran blanquear les saldrá más caro. El impuesto especial será del 15% hasta el 31 de marzo de 2017. La nueva base imponible de bienes personales en el exterior es de 110.527 millones de dólares.