Bajo presión, los principales grupos fabricantes de automóviles mostraron sus credenciales durante la última semana en Detroit haciendo alarde de sus inversiones en Estados Unidos.
Bajo presión, los principales grupos fabricantes de automóviles mostraron sus credenciales durante la última semana en Detroit haciendo alarde de sus inversiones en Estados Unidos.
El 29º Salón del Automóvil de esa ciudad estadounidense, que reúne a los principales exponentes de la industria mundial del automóvil, se hizo eco de las presiones del presidente electo de ese país, Donald Trump, para que inviertan en ese país.
Trump, que asume en la Casa Blanca el 20 de enero, amenazó a Toyota, el mayor fabricante mundial de autos, con aplicarle trabas aduaneras si continúa fabricando coches en México para venderlos en EEUU. Antes le puso presión a Ford y General Motors.
A pocos días de las amenazas, Toyota anunció que invertirá 10.000 millones de dólares en EEUU en los próximos cinco años. La gigante nipona gastará parte de las nuevas inversiones en la construcción de su nueva sede en Texas y en renovar diez plantas en ocho Estados.
Como contracara, representantes de la Asociación de la Industria Automotriz de Alemania alzaron su voz en pos del libre comercio, instando al presidente electo Trump a mantener vivo el flujo comercial internacional. La entidad nuclea a Daimler, BMW y Volkswagen.
Igual, el presidente de Volkswagen, Herbert Diess, destacó que la sociedad alemana podría ampliar la capacidad en su planta de Chattanooga, Tennessee, donde ya emplea a unas 3.200 personas. Además, dijo que VW planea construir vehículos eléctricos en Estados Unidos.
Por su parte, Ford anunció en Detroit que volverá a producir el jeep Bronco y de la Ranger, para reemplazar el Focus, cuya fabricación será trasladada a México.
Fue el segundo gran anuncio en una semana de Ford para crear o preservar empleos en EEUU desde que Trump amenazó con gravar fuertemente las importaciones provenientes de México. La semana pasada había renunciado a una inversión de 1.600 millones de dólares en San Luis de Potosí, México, para aplicar casi la mitad de esa suma aampliar la planta en Flat Rock, Michigan, destinada a vehículos eléctricos.
Fiar Chrysler expresó que iba a repatriar la producción de una pickup de la marca Ram hoy fabricada en México y que crearía 2.000 puestos de trabajo en fábricas en Ohio y Michigan, dos Estados clave para la victoria electoral de Trump en noviembre.
En la primera jornada del Salón del Automóvil, Trump destacó los anuncios de nuevas inversiones automotrices. En su cuenta de Twitter expresó: "Gracias a Ford y a Fiat Chrysler".
También la sueca Volvo, cuyo mayor accionista es chino, planea más inversiones en EEUU.
En el Salón de Detroit, los fabricantes extranjeros compiten en patriotismo estadounidense. La tendencia no es nueva: los mensajes publicitarios y el marketing de los fabricantes globales se adaptan a cada zona geográfica. La diferencia es que este año, Donald Trump le da un significado particular a estas estrategias.
En el stand de Toyota,que renueva este año su Camry, es difícil no ver uno de esos sedanes de los colores de la bandera estrellada y con la frase "Hecho en Estados Unidos". Detrás de este auto, se ven dos camionetas. El modelo Tundra tiene los costados tricolores y un dibujo del mapa de Texas, donde fue montado.
"Toyota es el único fabricante extranjero que se lanzó en la Nascar", la popular carrera en circuitos ovalados, dice el analista independiente Bertrand Rakoto, basado en Detroit.
No lejos de allí, en el stand de Hyundai, se ve una 4x4 urbana pintada con los colores de la NFL, la Liga de fútbol americano.
La imagen de la bandera de "barras y las estrellas" se proyecta de manera casi subliminal en las pantallas que dominan el stand de Volkswagen.
□El presidente de Renault-Nissan, Carlos Ghosn, aprovechó el Salón de Detroit para recordar que su empresa "invierte desde hace 33 años en Estados Unidos".
Este patriotismo hace temblar a la industria automotor mexicana, la séptima del mundo, y que exporta el 77% de sus autos a Estados Unidos, sin aranceles, gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte de 1994. El peso mexicano se derrumbó h ante la incógnita de qué va a pasar una vez que Trump se instale en el Salón Oval. El sector automotor es la joya de la industria en México, responsable del 3% del PBI.
Los ejecutivos argentinos o de las filiales argentinas de las automotrices que participan del salón de Detroit, coincidieron en estimar que "el efecto Trump" no afectará a las compañías instaladas en la Argentina.
"No creemos que las decisiones a futuro en EEUU puedan afectar de alguna manera a la industria automotriz argentina", enfatizó Carlos Galmarini, director de Comunicaciones de Ford Argentina.
"En Argentina tenemos procesos de producción iniciados de manera exitosa, como el modelo Cruze en versión sedán y de cinco puertas, que se fabrica en la planta de General Alvear, Santa Fe", remarcaron ejecutivos de General Motors de Argentina. Y agregaron: "Lo único que esperamos es que Brasil se levante y comience a demandar unidades de nuestro país para regularizar el Mercosur. Lo que suceda fuera de nuestro mercado no debería afectar ninguna operación".
GM evalúa nuevos modelos para Rosario
El presidente de GM Brasil, Carlos Zarlenga (ex número uno de Argentina), dijo en Detroit que la firma estudia fabricar nuevos modelos en la planta de Rosario, donde actualmente la estrella de la producción es el modelo Chevrolet Cruze.
Para el ejecutivo, el repunte de la industria argentina dependerá de la recuperación brasileña. Sobre todo, en materia de empleo, un tema crucial para un sector que durante todo el año achicó el personal en plantas y suspendió personal. "Que se estabilice el empleo en Argentina depende completamente de Brasil. La caída de 20% en el mercado brasileño fue la que generó el ajuste en el empleo en la Argentina. Por eso, el repunte dependerá de la recuperación de Brasil más que de la Argentina", confió en declaraciones al diario El Cronista.
Zarlenga aseguró que la compañía está "pensando las inversiones que haremos en América latina y en Argentina, en un período en el que estamos definiendo novedades y trabajando en la posibilidad de fabricar nuevos productos", admitió. Y señaló al segmento de los SUV como el que se verá a la marca con "más con producción en el Mercosur".
Por otra parte, Toyota Argentina ratificó su intención de consolidar en 2017 su producción en el país como base exportadora para toda América latina, con lo cual se incrementará un 30% la producción de la planta del partido bonaerense de Zárate.
En materia de desembarcos, la china DongFeng Sokon (DFSK), uno de los tres fabricantes de automóviles más grandes de su país, anunció la comercialización en la Argentina de varios utilitarios incluída una pick up, en asociación con Sidequip, perteneciente al grupo local Socma.