El índice Merval sufrió ayer su sexta caída consecutiva, al cerrar con una baja de 2,17 por ciento. El derrumbe estuvo a tono con las principales Bolsas del mundo.
El índice Merval sufrió ayer su sexta caída consecutiva, al cerrar con una baja de 2,17 por ciento. El derrumbe estuvo a tono con las principales Bolsas del mundo.
Los mercados europeos mostraron mermas generalizadas con las Bolsas española (-1,24 por ciento) y francesa (-1,12 por ciento) a la cabeza. Wall Street también mantuvo la tónica negativa: el Dow Jones retrocedió 0,17 por ciento; el Nasdaq Composite, 0,52 por ciento y el Standard & Poors 500, 0,10 por ciento. En la región, el índice Bovespa de la Bolsa de San Pablo se contrajo 0,82 por ciento.
En este escenario, el mercado argentino registró su sexta baja consecutiva y quedó a un paso de lo que los analistas advierten como un "nivel psicológico" representado por la posibilidad de caer por debajo de 21.000 puntos.
Durante la rueda, sólo tres papeles lograron esquivar la onda de resultados negativos y avanzar. Esas acciones fueron Telecom, con una mejora de 1,06 por ciento; Banco Macro, 0,77 por ciento; y Consultatio, 0,53 por ciento. Por el contrario, las bajas más pronunciadas correspondieron a los papeles de Agrometal, que cayó 7,56 por ciento; Celulosa,-6,56 por ciento; y Transener, 6,13 por ciento.
Los títulos públicos también tuvieron desempeño negativo. En el caso de los bonos denominados en dólares mostraron bajas de medio dólar en promedio. En el caso del Bonar 2024 bajó 0,27 por ciento y acaparó un volumen de operaciones por $ 330,8 millones; el Bonar 2037 bajó 0,18 por ciento y operó $ 46,2 millones.
Un importante desplome de las principales acciones tecnológicas que cotizan en el Nasdaq arrastró ayer a la mayoría de las Bolsas internacionales.
Dentro de las tecnológicas, ayer se destacó la fuerte caída de las acciones de Apple, que retrocedía un 2,2 por ciento. Los papeles en las compañías productoras de chips STMicro y Dialog retrocedían más de un 4 por ciento tras unas fuertes pérdidas. En Europa, el índice de acciones tecnológicas perdió un 2,3 por ciento.