El Ministerio de Finanzas de la Nación colocó ayer títulos de deuda por 7.000 millones de dólares en el mercado internacional, a una tasa promedio del 6,3 por ciento anual. Este costo bajó respecto del 7,2 por ciento con el que logró financiación durante abril del año pasado pero está por encima de lo que pagan otros países de la región.
"Estamos muy contentos con el resultado de la emisión ya que logramos bajar significativamente nuestro costo de financiamiento, aún enfrentando un escenario de tasas mucho más adverso que el año pasado", afirmó el ministro de Finanzas, Luis Caputo, a través de un comunicado de prensa.
El funcionario, que se encuentra en Nueva York como parte de su gira de promoción para la colocación de estos títulos, destacó además que el resultado de esta colocación "confirma la confianza de los inversores en la capacidad de este gobierno de controlar la inflación e incentivar el crecimiento económico".
A partir de este resultado el ministerio decidió no realizar la licitación que por otros 2.000 millones de dólares iba a hacer en el mercado local con títulos nominados en pesos.
El propio Caputo había anunciado el jueves de la semana pasada esta licitación, pero esa operación no se concretó y sólo se efectuó el tramo internacional.
En el exterior la demanda de los bonos argentinos fue muy superior a la esperada, con ofertas por 22.000 millones de dólares, contra los 5.000 millones de los que Caputo había hablado el jueves de la semana pasada.
Los seis bancos colocadores, el BBVA, Citi, Deutsche Bank, HSBC, JP Morgan y Banco Santander, recibieron órdenes por unos 22.000 millones de dólares, "es decir más de tres veces superior a lo que terminó aceptando el gobierno", destacó Finanzas.
La tasa promedio de la colocación fue de 6,3 por ciento. Para esta colocación se emitieron 3.250 millones de dólares en bonos a 5 años a una tasa de 5,625 por ciento, pero los títulos a 10 años se ofertaron con una tasa de 7 por ciento, para convalidar ofertas por 3.750 millones de dólares.
Durante la gira que comenzó el lunes, Caputo y su gabinete presentaron ante más de 250 inversores en Londres, Boston, Los Angeles y Nueva York los detalles del plan económico y financiero de la Argentina.
Antes de salir a realizar esa operación, el gobierno tomó el jueves de la semana pasada 6.000 millones de dólares a 18 meses de plazo, en una operación similar a un préstamo acordado con seis bancos internacionales, a una tasa del 3,8 por ciento efectiva anual.
El gobierno tiene pensado tomar nueva deuda este año por 20.000 millones de dólares. Además, renovará créditos por otros 21.000 millones de dólares de deuda que ya tiene pactada.
Caputo rechazó la semana pasada el argumento de que "esto es un festival de bonos" y reiteró que "la sustentabilidad del plan financiero está garantizada".
Puso como ejemplo que la deuda neta, aquella que el Estado argentino tiene con acreedores privados, bancos y organismos internacionales, "representa el 29 por ciento del PBI, lo que es un tercio de lo que hoy tiene Brasil, por ejemplo, y es la más baja de América latina".