El gobierno nacional presentó ayer al Congreso el proyecto de presupuesto para el 2018, que prevé una inflación anual del 10 por ciento anual, un dólar de $ 19,30 y un crecimiento del 3,5 por ciento. También contempla bajar el déficit fiscal primario al 3,2 por ciento del PBI, fundamentalmente a través de una reducción de los subsidios. El rojo financiero, que computa los servicios de deuda, será del 5,5 por ciento del producto. Mientras el 17 por ciento de los gastos serán destinados a infraestructura, otro 14 por ciento irá al pago de intereses de la deuda.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentó el proyecto gastos para el año próximo a los miembros de la comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Les dijo que continuará con la quita de subsidios a la energía y se apuntará a achicar la presión tributaria, aunque en principio en apenas 0,3 punto.
El cálculo prevé ingresos totales por 2,1 billón de pesos y gastos primarios por 2,4 billones de pesos. El déficit primario sería de 395.001 millones de pesos.
El déficit financiero se estima en 5,5 por ciento del PBI. En el gasto por finalidad, las erogaciones destinadas a la deuda pública sumarán $285.410 en 2018, mientras que las previsiones para el servicio de la deuda pública alcanzan a $285.129 millones.
El ministro de Hacienda dijo en su informe que "la ratio de deuda pública con el sector privado y organismos internacionales" será del 36 por ciento el año próximo. Y aseguró que "no superaría en los próximos años el 38 por ciento del PBI y comenzaría a descender a partir de 2021".
Funcionarios de la cartera afirmaron que "el nivel de endeudamiento de la Argentina no es un problema si se cumple con las metas fiscales previstas". Estimaron que las necesidades de financiamiento estarán por debajo de los 40 mil millones de dólares.
Sin embargo, un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) indicó que en 2017 el presupuesto aprobado superó el 10 por ciento de los gastos destinados al pago de intereses de la deuda y que la propuesta realizada por el gobierno nacional para 2018 lleva ese guarismo al 14 por ciento del total de presupuesto general de gastos.
Asimismo, subrayó que "al observar la evolución de la ejecución del presupuesto, se percibe el mismo comportamiento pero aún más intenso". Señaló en ese sentido que "la sobreejecución presupuestaria de 2016 lleva a destinar 14,4 por ciento del total de gastos a tal destino", mientras que en 2017 "la ejecución alcanza el 12,3 por ciento a fines de agosto".
Dujovne, en tanto, explicó que los servicios sociales (salud, promoción y asistencia social, seguridad social, educación y cultura, ciencia y técnica, trabajo, vivienda y urbanismo y agua potable y alcantarillado), se llevarán el 76 por ciento del presupuesto. Los servicios económicos (energía, comunicaciones, transporte, ecología y medio ambiente, agricultura, industria, comercio y turismo y seguros y finanzas), el 12 por ciento.
Afirmó, por otra parte, que habrá una baja en el gasto en subsidios, "que se situaba en el 22 por ciento del gasto primario en 2015 y baja al 12 por ciento en 2018". En tanto, los fondos destinados a infraestructura crecerían 17 por ciento.
El ministro estimó que los ingresos de la administración pública nacional crecerían al 19 por ciento interanual (con un aumento neto del IVA del 20,5 por ciento, Ganancias del 20,7 por ciento y el impuesto al cheque del 18,9 por ciento). "Sería el segundo año consecutivo en que los recursos crecen por encima del gasto primario desde 2004", dijo el ministro.
Dujovne manifestó que el proyecto es "la guía de cómo gastaremos el dinero público en 2018" y resaltó "como novedad" que en el año en curso "las erogaciones van a terminar siendo prácticamente idénticas a las que aprobó este Congreso", con apenas un "desvío" de 2,8 por ciento, mientras que entre 2004 y 2016, que engloba el período que gobernó el kirchnerismo, "las ampliaciones presupuestarias representaron en promedio 18,5 por ciento de los créditos iniciales", acotó.
El proyecto calcula una recuperación de las exportaciones, que subirían de 1,8 a 5,6 por ciento mientras que las importaciones bajarían del 10,1 por ciento al 6,8 por ciento.
Se estima que los aumentos de tarifas promedio serán del 30 por ciento anual, el doble de la inflación prevista por el gobierno para 2018, aunque ese tema aún no está definido por la cartera de Energía.
proyecciones. Dujovne presentó el proyecto gastos para el año próximo en la comisión de Presupuesto.