Tras la tregua del jueves, el dólar retomó su senda alcista y trepó ayer diez centavos, hasta los $17,76 para la venta en la city porteña. En Rosario cerró a 17,81 pesos en promedio. La cotización alcanzó un récord en el segmento mayorista, en el que el precio llegó a $17,50.
Operadores señalaron que la demanda se mantiene firme, como se observa en las colas frente a las casas de cambio y en la acelerada dolarización de grandes inversores. En lo que va del mes la divisa trepó 88 centavos en promedio.
El billete en el sector minorista retomó de ese modo la tendencia alcista luego de que anteayer bajara 23 centavos luego de marcar un máximo histórico en el inicio de la semana.
El aumento se dio, a su vez, luego de que el Banco Central mantuviera su tasa de política monetaria en 26,25 por ciento, por considerar que los indicadores "sugieren que la inflación de julio será superior a la de junio".
La suba del tipo de cambio, junto a la preocupación por la producción de granos en Estados Unidos, volvió a movilizar los negocios en el mercado de soja de Rosario. Por la mercadería disponible las fábricas locales ofrecieron 4.300 pesos por tonelada, 100 pesos por tonelada por encima de lo ofrecido el martes pasado.
Preocupación
En la economía de los que tienen activos dolarizados la preocupación cunde. Por un lado, debido a la suba de precios que moviliza la devaluación. Las consultoras prevén que la inflación de julio se ubicará cerca del 2 por ciento.
Una creciente inquietud se instaló entre quienes tomaron o evalúan tomar los créditos hipotecarios ajustados por inflación que promueve el gobierno. En ese sentido, el presidente del Banco Provincia de Buenos Aires (Bapro), Juan Curutchet, minimizó el impacto al sostener que "en cada compra en la vida el estrés es grande".
El mercado hipotecario se vio complicado porque los bancos dan créditos en pesos por cifras que son pactadas al inicio de un trámite que en tiempo real lleva entre 90 y 150 días, mientras las propiedades están cotizadas en dólares.
Los dueños que venden las propiedades exigen los dólares para cubrirse de las fluctuaciones del tipo de cambio, en las que el peso viene perdiendo terreno, por lo que la situación complica sobremanera a quienes ya tienen un trámite crediticio iniciado.
La suba de dos pesos por dólar en los últimos 60 días llevó a miles de clientes del sistema financiero a tener que bajar la categoría de la propiedad que pretendían adquirir o a endeudarse en paralelo a último momento con familiares y amigos para poder cubrir el faltante de dinero.
Ultimátum de S&P
La pulseada en el mercado cambiario expresa tensiones que involucran la economía real y el sector financiero. La calificadora estadounidense de riesgo crediticio Standard & Poor's instó ayer en un informe al presidente Mauricio Macri a aplicar una política económica de shock y eliminar todos los subsidios fiscales a los servicios públicos para reducir el déficit fiscal.
En ese sentido, indicó al gobierno que aplicar un shock le permitiría reducir el déficit fiscal y facilitaría el reajuste del tipo de cambio real, preparando así el terreno para el establecimiento de metas de inflación más creíbles.
"El mejor momento para ejecutar este y otros ajustes complementarios de las políticas es inmediatamente después de la elección del 22 de octubre", prescribió S&P en el informe conocido ayer.
"A pesar de sus encomiables esfuerzos, el Banco Central argentino no está listo aún para establecer una meta creíble de inflación", dijo la calificadora en el documento rubricado por el economista jefe de S&P para América latina, el argentino Joaquín Cottani.