El juez federal Marcelo Martínez De Giorgi fue sorpresivamente ayer a la sede de las Madres de Plaza de Mayo para indagar a su presidenta, Hebe de Bonafini, por la causa Sueños Compartidos. Pero la dirigente, como había adelantado, se negó a declarar por el presunto fraude por el cual está sospechada.
Luego, Bonafini explicó que rehusó hablar porque Martínez De Giorgi y otros magistrados "no son la Justicia porque responden al poder de turno, y más con el de (el presidente) Mauricio Macri, que tiene mucho dinero". Y ratificó que "no" tiene "miedo de ir presa".
En ese sentido, el jefe del Estado la consideró una "desquiciada" que "dice barbaridades fuera de lugar hace varios años" y denunció que "está involucrada en hechos de corrupción graves" (ver página 14).
Bonafini definió su negativa a declarar y las dos veces anteriores que faltó a las citaciones en el juzgado como "un acto político", y evaluó: "Fue una protesta que servirá para que cada vez estemos más cerca de la Justicia y más lejos de estos magistrados".
Sobre el supuesto desvío de unos 200 millones de pesos de fondos públicos en el plan de construcción de viviendas sociales de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, insistió con que la organización aportaron al expediente "60 cajas y 40 back up de pruebas" que servirían "para condenar a los (hermanos Sergio y Pablo) Schoklender y toda la banda que él armó (sic)".
Respecto de si hacía alguna autocrítica por Sueños Compartidos, Bonafini sostuvo que "no" iba a contestar "imprudencias".
De todos modos, lamentó que las Madres tengan que "pagar los insumos que no se pagaron porque se quedaron con la plata" y admitió que tampoco recibieron su dinero "los trabajadores, 6 mil que había, que ahora están haciendo juicio a la asociación en vez de hacérselo a los Schoklender".
"Me siento muy feliz de que la gente tenga casas. Hicimos 21 hospitales y una cantidad enorme de escuelas. En Santiago del Estero hasta hicimos un barrio con baños para discapacitados", se enorgulleció la dirigente.
Respecto de las dos veces que faltó a las citaciones de Martínez De Giorgi en el juzgado, lo que motivó que el magistrado la declarara "en rebeldía" y pidiera su detención, resoluciones que luego dejó sin efecto, Bonafini ratificó que "no" tiene "miedo de ir presa".
El gobernador Miguel Lifschitz sostuvo ayer que el ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido está "tratando de sacarse responsabilidades de encima" por los desvíos de fondos públicos por los contratos del programa Sueños Compartidos.
Lifschitz replicó al ex funcionario, que el lunes pasado responsabilizó ante la Justicia a ex subordinados, gobernadores e intendentes por las contrataciones del plan de viviendas sociales manejados por las Madres.
"Supongo que (De Vido) estará tratando de sacarse responsabilidades de encima, pero está claro el lugar donde se produjeron las diferencias con el dinero que recibió la fundación, donde hubo un manejo por lo menos no claro", consideró el gobernador.