Siete meses después de una persecución policial que derivó en un fatal choque con dos jóvenes muertas y tres personas heridas, el conductor del Chevrolet Corsa en el que iban las víctimas fue imputado como autor del doble homicidio. Con una singularidad que distingue al caso de otros siniestros viales: fue acusado de causar las muertes en forma dolosa, lo que prevé de 8 a 25 años de cárcel, por circular a más de 100 kilómetros por hora en una zona poblada, en contramano, con exceso en la cantidad de ocupantes y escapando de la policía. El conductor, de 19 años, quedó con gravísimas lesiones que lo mantuvieron postrado en silla de ruedas hasta que ayer logró llegar a la audiencia en muletas.
Se trata de Iván Alejandro Saboldi, quien se presentó como pescador de oficio y vive en la zona ribereña de Villa Gobernador Gálvez. Es sobrino de Miguel "Japo" Saboldi, apresado en la narcochacra de Alvear en un oscuro operativo policial de abril de 2013 y muerto unos días después, junto a otros dos presos, en un incendio intencional en la alcaidía de la Jefatura. El muchacho está en libertad aunque deberá presentarse cada 15 días ante la Oficina de Gestión Judicial, no podrá salir de la provincia sin permiso, quedará al cuidado de una mujer designada como garante y tendrá que pagar una caución de 5 mil pesos.
Alocada carrera. Esas medidas las ordenó el juez José Luis Suárez en la audiencia imputativa contra Saboldi por el choque ocurrido el 26 de diciembre pasado en Rouillón al 2800. Tras una carrera de quince cuadras, el Corsa se estrelló contra el frente de una compraventa. Carolina Evelyn Jalin, de 23 años, murió en el acto. Brisa Ayelén Ledesma, de 17, al día siguiente.
Otros tres ocupantes del auto sufrieron lesiones que los inhabilitaron por más de 30 días. Y el conductor fue rescatado con fracturas en las piernas y la cadera. Recién la semana pasada logró volver a caminar con muletas y ayer ingresó desplazándose con dificultad a la sala de audiencias.
La fiscal Mariana Prunotto lo acusó como autor de dos homicidios dolosos (es decir intencionales), lesiones graves dolosas y resistencia a la autoridad. Para justificar el encuadre doloso mencionó cinco elementos: que transitaba a alta velocidad, en una zona poblada, con más ocupantes que los permitidos en el auto, a contramano y en medio una persecución policial.
El defensor Leopoldo Monteil reclamó que se consideren los delitos como actos culposos. Es decir, cometidos con negligencia pero sin intención de causar la muerte. Resaltó que la propia vida de su cliente estuvo en riesgo. Pero el juez evaluó que el conductor habría actuado con dolo eventual, esto es, que pudo representarse los riesgos de su accionar pero "no le importó". "Creo que la calificación es correcta", consideró al darle la razón a la fiscalía.
Persecución. El choque fue el desenlace de una persecución policial que arrancó a la madrugada en calle Martino (prolongación de Solís al sur de bulevar Seguí) y Juan XXIII (la continuación de Biedma al oeste de Felipe Moré). Por allí circulaban seis muchachos en un Corsa blanco al mando de Saboldi. En ese lugar se toparon con un patrullero. La policía les hizo señas para que se detengan pero el conductor se alejó a toda velocidad.
El escape se extendió unas 15 cuadras. "Me contaron que el Corsa iba a 140 kilómetros por hora", contó a este diario el playero de la Shell de Presidente Perón y Rouillón, por donde el auto pasó como una ráfaga entre los surtidores. "Después dobló por Rouillón al sur, pero la policía le había cortado el paso en Amenábar. Dobló en U y tomó Rouillón al norte. Pasó Godoy (Presidente Perón) sin mirar y al pegar el piso del auto contra los badenes algo se rompió. Los playeros dicen que escucharon la frenada y el estruendo", relató.
A las 4.30 el auto se estampó contra el frente de una compraventa de Rouillón 2814, frente a la bailanta "La carpa del encuentro". Enseguida lo rodearon "como veinte patrulleros", según contó una vecina que escuchó al conductor gritar "tenga piedad de mí, señor policía".
Saboldi fue el último en ser rescatado y lo trasladaron al hospital Eva Perón en estado desesperante. Federico Repetto, de 17 años y primo de Iván, fue derivado al Centenario. Ayelén Milagros Lencina, de 15, fue internada en al Hospital de Niños Víctor J. Vilela con politraumatismos graves. Carolina Evelyn Jalin, de 23 años y novia de Federico murió en el acto. Brisa Ayelén Ledesma, de 17, sufrió muerte cerebral y falleció al día siguiente. Otro pasajero lesionado es Rubén Darío Vallejos, quien estaba en libertad condicional por un robo calificado en Villa Constitución.
El auto pertenecía a un familiar de Saboldi y en su interior se secuestró una pistola Bersa calibre 22 aunque en la persecución no hubo intercambio de disparos y no se pudo determinar a quién pertenecía. Sí se estableció que el auto iba a más de cien kilómetros por hora. Las cámaras del sistema de vigilancia detectaron que cubrió un tramo de 900 metros en 23 segundos.