Dicen que Leo no aparece en las finales y no es cierto. Que Leo no hace goles en los partidos decisivos de la selección, esto sí es verdad. Dicen que Diego no es figura en las finales, tampoco es cierto. Que Diego no convierte en las finales, sí es verdad. Que Argentina no salió campeón con Messi luciendo la 10 es real. Que Argentina sí gritó campeón con Maradona portando la 10, también es real. En la búsqueda de similitudes hay que tenerlas en cuenta también. El fútbol es once contra once, por más que un equipo juegue con el ancho de espadas. Claro, la vuelta olímpica en México 86 como campeón del mundo es algo que Diego pudo disfrutar. Lionel no, porque no ganó la final en Brasil 2014. Y eso pesa muchísimo. Eso sí, si el rosarino cambia el pensamiento negativo e inoportuno de la salida de un vestuario y sigue jugando en la selección todavía puede igualarlo (tiene 29 años), le queda por delante el Mundial 2018 en Rusia y, si se lo propone, también podría llegar a Qatar 2022, con 34 pirulos. Y varias Copa América en el medio. Por qué no. El tema también pasa por condicionar al grito de gol en las finales para definir que es mejor o peor, y ninguno de los 10 están obligados a hacerlos. Le pasó a Diego en las dos finales del mundo, la que ganó en el 86 (3-1 a Alemania, con goles de Brown, Valdano y Burruchaga) y la que perdió en el 90 (0-1 con los alemanes), pero no llegó a la definición de las tres Copa América en las que actuó (1979, 1987 y 1989). Le pasó a Leo en la final que jugó (0-1 también con los germanos) y en las dos finales de Copa América (ambas ante Chile, por penales las dos, tras los 0-0). Y los dos ídolos participaron de jugadas de gol. La diferencia es que los compañeros de Maradona sí la metieron, los de Messi no. Los pases de gol, los que meten los grandes como ellos, estuvieron. Diego se la dio a Burruchaga para la grandeza del 3-2 en tierra mexicana y Burru no falló. También participó en el inicio de la contra del gol de Valdano. Lionel, el domingo, la puso en la cabeza de Agüero y el arquero la sacó del ángulo. También inició la jugada en la que Higuaín falló sobre la hora en tierra chilena. Y, lo que es más trascendente, en ambos casos, Argentina llegó a lasfinales gracias a ellos. Por eso, todo esto forma parte de las verdades y mitos de los dos grandes 10 argentinos.