En el contexto de las detenciones de proveedores barriales de droga de la zona sur rosarina concretadas el sábado pasado aparecen policías de distintas reparticiones bajo sospecha de cometer diversos delitos: desde exigir pagos a cambio de tolerancia para permitir su actividad hasta formar parte del negocio. Por esta razón al mismo tiempo que se produjeron los operativos la comisaría 15ª fue allanada, a fin de secuestrar el libro de guardia y los registros de archivo de las computadoras. Además un policía de la Sección Inteligencia Zona Sur de la ex Drogas Peligrosas fue desplazado en forma preliminar ante la presunción de mantener una relación comercial con uno de los detenidos, como proveedor de estupefacientes.
El sábado pasado la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones (DGPCA) —ex Drogas Peligrosas— concretó en unos veinte allanamientos las detenciones de 12 personas. El jefe de la citada repartición policial, José Moyano, señaló que entre esos detenidos (seis hombres y seis mujeres) se contaban proveedores y distribuidores de drogas. Moyano consignó el día de las acciones que al grupo le secuestraron "aproximadamente cuatro kilos de marihuana, 80 dosis de LSD, celulares, un auto y unos 56 mil pesos en efectivo que serían producto de ese negocio".
Gaviota. La causa se había iniciado en 2014 en base a escuchas telefónicas y seguimientos de las personas sospechosas. Entre los apresados se contaron tres hombres que generaron un interés adicional porque delataban, en las escuchas, episodios de corrupción policial. Dos de esos detenidos son Víctor Ch. y Guido R., dos hombres detenidos en la zona sur como distribuidores de drogas sintéticas.
La historia que motivó el allanamiento a la comisaría 15ª de Sarmiento al 4300 se centra en el detenido Víctor Ch, conocido como "Gaviota". Este fue apresado en su vivienda de Yugoslavia al 4300 (Ameghino y Paraguay) el sábado e indagado anteayer en los Tribunales federales de Oroño al 900 bajo la imputación del fiscal federal Mario Gambacorta en el juzgado federal Nº 3 a cargo de Carlos Vera Barros.
Los investigadores que seguían las comunicaciones de su celular advirtieron que Gaviota debió presentarse en esa seccional 15ª a raíz de una notificación debido a que su mujer lo había denunciado por violencia de género. En la charla el mismo Gaviota le contaba a un interlocutor con lujo de detalles que al llegar a la comisaría un responsable le dijo que lo conocía por vender drogas, que sabía que para poder tener vía libre le pagaba al Comando Radioeléctrico y que ahora también debería pagar en la 15ª. "Me sacaron 30 lucas", dijo Gaviota.
Los mismos hombres de la DGPCA que hicieron los procedimientos contra los detenidos por vender droga ingresaron el mismo sábado a la comisaría 15ª para retirar el libro memorándum y un back up de los contenidos de las terminales de PC. Es para constatar si Gaviota estuvo en la comisaría para notificarse de la denuncia de su esposa y determinar eventualmente qué personal cumplió funciones ese día. Debido a que el detenido revela —sin saber que lo escuchaban— que le habían pedido una coima para no molestarlo en su actividad.
Pero Gaviota revela otra situación que alertó a los investigadores. En las interceptaciones a su teléfono se lo escucha decir que policías del Comando Radioeléctrico le habían robado una importante carga de estupefacientes. Y dos días antes había señalado que iba a recibir veinte kilos de marihuana. El que aparece como su proveedor — según las escuchas— sería también un policía. En este caso de la Sección Inteligencia Zona Sur de las ex Drogas Peligrosas.
Proveedor. Esto motivó que un efectivo de esa dependencia policial fuera apartado de sus funciones regulares por el Ministerio de Seguridad. Se trata de un empleado que lo tenía a Gaviota blanqueado ante sus superiores como como informante y que en realidad queda bajo la presunción de ser nada menos que su proveedor de drogas. De lo que dice Gaviota se infiere con claridad que la partida de marihuana que él asegura le sustrajo el Comando Radioeléctrico le fue suministrada por el policía preventivamente desplazado.
Otro indicio considerado valioso en las escuchas a Gaviota es que alguien —supuestamente el policía— le dice por teléfono que en adelante van a tener que cuidarse en los contactos. Le indica a Gaviota que descarte los chips de su celular, que ya no va a pasar más por la puerta de su casa y que si necesita mandarle algo o darle un mensaje le enviará a una persona de confianza.