Después de las inundaciones y de las diferentes contingencias climáticas que afectaron las producciones agroindustriales en todo el país, se espera que el caudal de lluvias sea normal en los próximos tres meses.
Después de las inundaciones y de las diferentes contingencias climáticas que afectaron las producciones agroindustriales en todo el país, se espera que el caudal de lluvias sea normal en los próximos tres meses.
Así lo señaló un informe del Instituto de Clima y Agua de Castelar, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), organismo que en sus predicciones goza de alta credibilidad.
Sin embargo, el análisis hizo la salvedad de que el pronóstico no puede asegurar que en algunas localidades se produzcan precipitaciones por encima de lo "normal".
Las previsiones del clima son una buena noticia aunque los daños que ya se produjeron son muy elevados.
Ahora viene la siembra de la campaña de granos finos (trigo y cebada 2016-2017, en su mayoría), a medida que termina la cosecha de los granos gruesos -soja, maíz y sorgo- y se liberan los lotes.
El director del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, Carlos Di Bella, aseguró que "pronosticar es conocer lo futuro por indicios".
"Esto resulta cada vez más complejo debido que existe una mayor variabilidad climática entre años con eventos intensos contrastantes y difíciles de anticipar", señaló el especialista. La neutralidad climática puede esperarse, para Di Bella, ya que aclaró que el fenómeno meteorológico El Niño que causó las intensas precipitaciones, sobre todo en el litoral y en la región centro, daría lugar a un "evento neutro", con temperaturas deloOcéano Pacífico dentro de los rangos normales.
No obstante, insistió que "esto no quita la posibilidad de que, incluso, ante un fenómeno de neutralidad podría haber lluvias por encima de lo normal en algunas localidades y muy inferiores en otras".
Para el analista, hay un 50 por ciento de probabilidades de que ocurran precipitaciones por encima de lo normal en la región Mesopotámica y en el este de Formosa y Chaco, y lluvias por debajo de lo normal en el noroeste de la Patagonia.
De todos modos, Di Bella recomendó a los productores considerar las propias historias de sus campos y seguir todo el tiempo las distintas predicciones agroclimáticas para tomar decisiones acertadas.
"Vamos hacia un escenario protagonizado por la información en tiempo real de lo que sucede en general a nuestros pares y, en consecuencia, nos ayuda a conocer nuestra propia realidad", consideró.
Lechería. Mientras tanto, se conocen algunos datos sobre el saldo que dejó este "Niño 2015-2016". Por ejemplo el sector lechero consignó que por las lluvias de abril, la producción láctea cayó un 30 por ciento, según afirmó La Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL).
"El sector está muy mal, muy tocado por las lluvias y los precios", aseguró Jesús Vanzetti, presidente de la entidad y sostuvo que "hay cierres de tambos tradicionales, remates de campos. Las vacas están yendo a frigoríficos o a feedlot".
La Mesa Nacional expresó que sus integrantes "mantienen la preocupación por el deterioro de la ecuación económica del tambero, que se agudizó notablemente a raíz de los mayores costos a causa de las inclemencias climáticas, el aumento del precio del alimento de las vacas y el aumento de los costos energéticos como el gasoil y la energía eléctrica".
Soja. En tanto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, a través del Panorama Agrícola Semanal, a pesar de que bajó el rinde la soja a 3,3 toneladas por hectáreas, decidió mantener las estimaciones productivas finales para el país en 56 millones de toneladas.
Los rendimientos registrados en amplias zonas de la región bonaerense y La Pampa se ubican arriba de las expectativas iniciales y es probable que finalicen la campaña con nuevos récords en sus productividades unitarias.
"A pesar de esto último, la significativa reducción de los rendimientos en zonas fuertemente afectadas por las malas condiciones climáticas de abril, provoca la caída del rendimiento promedio nacional que al presente informe se ubica en 3.360 kilos por hectárea", precisó el informe.
La producción en la última campaña 2014-2015 de soja fue de 60,8 millones de toneladas.