Da la impresión de que los dirigentes gremiales piensan y creen que los trabajadores son infradotados y se degluten todo lo que ellos le dicen, el trabajador no tiene más remedio que aceptar a regañadientes la existencia de los popes del sindicalismo. Todos saben muy bien que se entronan en los cargos, que su patrimonio se acrecienta a diario, que muy poco han trabajado activamente en los gremios que representan, y que cuando les conviene a sus intereses se separan creando distintas CGT, y cuando no, se vuelven a juntar; eso sí, en ambos casos siempre pensando en el bienestar de sus "obligados" afiliados. Estoy seguro de que si se permitiera la desafiliación habría un alto porcentaje de trabajadores que le diría adiós al sindicato. Pues bien, se va producir un cambio el 22 de agosto, habrá una sola CGT, será un logro de Macri, o es el espanto que separados están perdiendo poder y credibilidad ante la masa de activos. Eso sí, juntos o separados seguirán siendo los mismos personajes a los que más les interesa es seguir en el cargo, es por ello que los denomino "los desparramados unidos".