El coordinador de las selecciones juveniles Hermes Desio estuvo en Rosario para dar una charla para entrenadores y formadores con la presencia de más de 200 personas entre los que se encontraban Leo Fernández, el Kily González, técnicos de las inferiores de Newell's, Fabián Soldini y todo su equipo de Adiur y profes de Morning Star, además de varios entrenadores que trabajan en las ligas de nuestra provincia.. Además sirvió para homenajear a los chicos rosarinos Juan Sforza, Valentín Benítez, Patricio Acevedo y Julián Jerkovic, que se consagraron campeones sudamericanos con el Sub 15 en San Juan.
El ambiente era ideal. Por eso Desio se prestó para la charla con Ovación para hacer un balance del 2017 y hablar del futuro.
"Fueron seis meses de trabajo muy intensos. La adrenalina del inicio, lo que te esperás, lo que va sucediendo día a día y después vino lo más bonito de todo, que es todo el trabajo de campo con los chicos y poder disfrutar de esos momentos".
¿Cuál es específicamente la función de un coordinador?
Un poco de todo. Desde la parte técnica hasta la implementación del modelo de juego que pretendemos. Soy la cabeza visible. Lo malo va a recaer sobre mí y lo bueno sobre los jugadores. Son las reglas del juego y hay que aceptarlas. Los técnicos, a excepción de las elecciones de Pablo Aimar y Diego Placente que fueron consensuadas con Sebastián (Beccacece). A los otros integrantes del cuerpo técnico los elegí yo porque confiaron en mí. Se hace un poco de todo. La captación, el scouting a nivel mundial, ya que hay muchos chicos argentinos dando vuelta por el mundo y al ser tan jóvenes no hay mucha información por lo cual hay que ser muy meticuloso a la hora de elegir. Pero por suerte tengo un buen grupo de trabajo que me permite delegar para que cuando yo no estoy las cosas funcionen bien igual.
¿Cómo es tu relación con los clubes de Rosario?
Muy buena. Con Newell's me he manejado con Martín Mackey y Héctor Bidoglio y en Central con Alberto Boggio y nunca hemos tenido un pero. Se portaron de manera brillante y siempre han aceptado lo que les pedimos.
¿Se nota más predisposición por parte de los clubes?
Se complica más que nada con la Sub 20. Ya que hay chicos categoría 1999 como Ezequiel Barco que ya están en primera. Pero tratamos de congeniar para que nadie se vea perjudicado.
¿Estás de acuerdo con la organización de los torneos de inferiores?
Ese no es el problema. El inconveniente es que por ejemplo un chico de San Juan no puede viajar hasta Bahía Blanca y venirse sin jugar. Tendría que ser obligatorio que juegue una cierta cantidad de minutos. Porque si no lo que decimos en las charlas como formadores no sirve.
¿Qué dejó la copa del Sub 15?
Lo primero fueron los valores de estos. Tras la final a un jugador nuestro le vinieron a preguntar sobre si era el momento de decirle a Brasil "qué se siente" y le contestó que era el momento de festejar y no cargar. Me enseñó la convivencia y la presión que se tiene con una selección. Siempre digo lo mismo. Yo nunca pierdo. O gano o aprendo.
¿Sos una mezcla de las escuelas de Estudiantes e Independiente?
Más que nada lo me más enseñó en mi vida fue Renato Cesarini con la escuela del Indio Solari. Estudiantes tiene un gran sentido de pertenencia mientras que en Independiente siempre tenés la obligación de ganar,