En un hecho inédito, el Poder Judicial provincial declaró nulo un matrimonio porque el hombre le confesó a la mujer su preferencia homosexual. El matrimonio, que se había concretado en 2013 tras un noviazgo de nueve años, dejó de estar bajo el mismo techo después de diez meses de convivencia.
Hay antecedentes por infidelidad, por impotencia, por ser declarado narcotraficante uno de los cónyuges pero no, hasta ahora, por una modificación de la orientación sexual de uno de los integrantes de la pareja. Por ocultar su opción sexual se puede rastrear un fallo en Palma de Mallorca (España) en el 2006, donde la ex esposa fue indemnizada en ese entonces con 6.000 euros por "mala fe" de su ex marido, según la sentencia, que era homosexual. Ese tribunal declaró nulo "por engaño" el matrimonio.
En el caso de Rosario, el fallo judicial, que estuvo a cargo de la jueza del Tribunal Colegiado de Familia Nº 7, Gabriela Topino, solo anuló el matrimonio a solicitud de una demanda presentada por la mujer y en base al testimonio de un hombre que afirma haber iniciado una relación con su ex marido.
Según consta en el expediente, durante los años de noviazgo la mujer nunca había tenido un indicio de la orientación sexual de quien iba a ser luego su marido.
Además, en su declaración ante el Poder Judicial, ella sostuvo que el prolongado noviazgo fue una relación "normal" y que sentía que con su ahora ex marido conformaban una "pareja ideal".
También manifestó —y así consta en el expediente— que ninguna de las personas del círculo íntimo del matrimonio conocía la condición sexual del hombre, y que de haberlo sabido nunca habría celebrado el matrimonio.
Desahogo. A poco de casarse el matrimonio comenzó a tener algunos problemas, por lo que comenzaron charlas para recomponer la situación y fue en ese marco cuando el hombre le confesó a la mujer su verdadera condición sexual.
"No aguanté mas y se lo conté", admitió. Además, agregó que luego de esa confesión se separaron y el se fue a vivir a la casa de su madre.
Entre los testigos citados a declarar, uno de ellos manifestó que en enero de 2015 comenzó "a salir" con el demandado, "confirmando la condición homosexual del mismo desde antes del matrimonio", expresa el fallo.
La magistrada detalló en su decisión que "no obstante el trámite matrimonial realizado, la voluntad de ambas, o al menos de una de las partes, no es sincera".
En el mismo sentido advirtió en cuanto al matrimonio que "su propósito se encuentra muy distante de lo que las palabras rituales han querido expresar".
Con esos antecedentes, la jueza Topino admitió la demanda de la mujer y procedió a la anulación del matrimonio.
"Aunque resulte evidente, no por ello queremos dejar de remarcar que a la luz de la reciente ley 26.618, que modificó el Código Civil habilitando el matrimonio entre personas del mismo sexo, podría llegar a darse en matrimonios entre homosexuales un supuesto similar, pero en sentido inverso", expresa la magistrada en el fallo.
Y agrega en los considerandos que en el caso de una "pareja del mismo sexo, la heterosexualidad o bisexualidad son aspectos que, de ocultarse al otro contrayente, podrían ser determinantes del error que venimos analizando, ya que sería en este supuesto la homosexualidad —y no la heterosexualidad— la característica esencial y determinante que llevara a los contrayentes a celebrar el matrimonio".
Legalizando los concubinatos
A un año de la implementación del nuevo Código Civil en la provincia, el Registro Civil detalló que ya se celebraron en ese periodo 12.474 uniones convivenciales en Santa Fe. Así, muchas parejas regularizan el concubinato, pero un alto porcentaje lo hace porque se lo exigen para hacer otros trámites (como acceder a una obra social) y luego lo da de baja, reconocieron desde el organismo santafesino.