Quedaron expuestos o los expusieron, esa es la cuestión. El pobre inicio de Central tiende a cobrarse a sus dos primeras víctimas. Al menos así marcan los indicadores en la cadena de mando canalla. Marco Torsiglieri y Esteban Burgos fueron empujados al pelotón de fusilamiento tribunero, el que gatilló toda la ira e impotencia por lo que hizo el equipo esencialmente en la derrota contra Vélez. Vaya a saber si el Chacho Coudet decide darles descanso obligado ante Patronato. Que haya probado y emparchado la última línea con Cristian Villagra de zaguero central y Jonás Aguirre como lateral izquierdo, además de darle luz verde a Hernán Menosse, no indica que apostará por esa puesta en escena. Porque sería como poner, en el caso de Kity y Jonás, la heladera y la cocina en la habitación.