La carta tiene un nivel de calidez inusual. Se la hizo llegar, cuentan, un referente de la medicina en Rosario a otro referente, pero de la actividad comercial y empresarial. El autor de la misiva es el doctor Roberto Villavicencio, y quien la recibió y se emocionó al leerla es Elías Soso. “Ese temple que usted tiene evidenciado en décadas de tesonero trabajo, también templó su espíritu y su cuerpo y yo esto lo pude comprobar al tenerlo como paciente en las instituciones del Grupo Oroño y no dudar en calificarlo como el mejor paciente deseable, el paciente paciente, el paciente con paz y entereza, el paciente siempre agradecido, en definitiva el paciente que parece que es él el que cura a los que atienden”, dice un fragmento. Un homenaje que incluye conceptos merecedores de ser valorados por todos.
No quiere que lo reten