Pyongyang confirmó que el último proyectil lanzado es un nuevo modelo de misil balístico intercontinental (ICBM), bautizado Hwasong-15, capaz de portar una cabeza nuclear de gran tamaño y alcanzar "todo el territorio de Estados Unidos", lo que provocó la reacción del presidente estadounidense, Donald Trump, que ayer acordó con los mandatarios de China, Japón y Corea del Sur, Xi Jimping, Shinzo Abe y Moon Jae-in, acciones contra Corea del Norte. La veterana presentadora de la televisión norcoreana Ri Chung-hee anunció ayer el "exitoso" lanzamiento, que "autorizó y presenció personalmente el líder" Kim Jong-un, y que es el primero de Pyongyang tras dos meses y medio sin realizar ningún ensayo armamentístico.
En un boletín, Ri detalló que el misil voló 950 kilómetros y alcanzó un apogeo de 4.475 kilómetros, datos que están en sintonía con los que manejan Seúl, Washington y Tokio.
De acuerdo a esa información, el Hwasong-15 alcanzó la mayor altura que voló hasta la fecha un proyectil norcoreano. Teniendo en cuenta que el misil fue lanzado con un ángulo muy abierto, algunos expertos creen que el proyectil podría haber recorrido en un vuelo normal más de 13.000 kilómetros, suficiente para alcanzar Washington o cualquier parte continental de Estados Unidos.
El misil, disparado desde un punto a unos 25 kilómetros al norte de Pyongyang, voló en "dirección este" antes de caer en aguas del Mar de Japón (llamado "Mar del Este" en las dos Coreas), a unos 250 kilómetros de la costa de la prefectura nipona de Aomori. Estas aguas pertenecen a la zona económica especial (EEZ, por sus siglas en inglés) de Japón, un espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde su litoral.
El presidente estadounidense, Donald Trump, acordó ayer con los mandatarios de China, Japón y Corea del Sur impulsar nuevas sanciones internacionales contra Pyongyang tras el nuevo lanzamiento de un misil balístico. Trump mantuvo conversaciones telefónicas con ambos y con el presidente chino para analizar la situación y coordinar posibles respuestas, según informaron los Ejecutivos de Tokio y Seúl.
El presidente estadounidense y el primer ministro japonés acordaron "estrechar su colaboración" para hacer frente al nuevo desafío norcoreano, así como "incrementar la presión" sobre Pyongyang para forzarlo a abandonar sus programas armamentísticos, señaló Abe durante una intervención ante el Parlamento nipón. Ambos también "coincidieron en señalar la necesidad de que China desempeñe un papel más importante" a la hora de presionar a Corea del Norte, y apostaron por impulsar nuevas medidas punitivas contra Pyongyang en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, indicó Abe.
Además, tras el lanzamiento, Corea del Sur, Washington y Tokio solicitaron una reunión de urgencia de dicho órgano de la ONU que podría celebrarse en las próximas horas en Nueva York. El presidente Trump y su homólogo surcoreano también acordaron impulsar sanciones adicionales a través del Consejo de Seguridad de ONU, según informó un vocero del Ejecutivo surcoreano a la agencia Yonhap.
"Acabo de hablar con el presidente XI JINPING de China sobre las acciones provocadoras de Corea del Norte. Importantes sanciones adicionales se impondrán a Corea del Norte. Manejaremos esta situación!", escribió a la vez Trump en Twitter después de hablar teléfono con Xi. Trump dijo que habló con Xi sobre las "acciones provocadoras" de Corea del Norte. En su llamado, Trump subrayó "la determinación de Estados Unidos de defenderse (a sí mismo) y a sus aliados de la creciente amenaza que representa el régimen norcoreano", indicó la Casa Blanca. Xi confirmó que China "está lista para unirse a Estados Unidos" en la cuestión norcoreana para apuntar hacia "una solución pacífica" de la crisis. China, principal aliado de Pyongyang, y miembro permanente del Consejo de Seguridad, expresó su "profunda preocupación" por el lanzamiento del misil, bautizado como Hwasong-15, capaz de alcanzar la mayor altura hasta la fecha por un proyectil norcoreano.
Opciones diplomáticas
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó fuertemente la última prueba de Corea del Norte y urgió a Pyongyang a "desistir de tomar cualquier posible paso desestabilizador a futuro". "Esto es una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y muestra completo irrespeto por la visión conjunta de la comunidad internacional", dijo Guterres en un comunicado
En tanto, el secretario estadounidense de Estado, Rex Tillerson, dijo que "las opciones diplomáticas" para resolver la crisis con Corea del Norte siguen "sobre la mesa". El jefe de la diplomacia estadounidense, además, formuló un llamado a la comunidad internacional a "tomar nuevas medidas" al margen de las sanciones ya aprobadas por el Consejo de Seguridad, "incluyendo el derecho a prohibir el tráfico marítimo de bienes desde y hacia Corea del Norte".
Júbilo en las calles
En la capital norcoreana, estrechamente controlada, se vieron escenas de júbilo frente a las pantallas gigantes colocadas en las calles. Jang Kwang Hyok, un habitante de 32 años, tenía una pregunta para el presidente estadounidense. "Solo quiero pedirle a Trump: va atreverse usted a ser todavía hostil a nuestro país? Va a continuar siéndolo cuando el Hwasong-15 sea disparado contra el territorio estadounidense?". Pyongyang todavía debe demostrar que domina la tecnología de reingreso controlado de las ojivas en la atmósfera desde el espacio. Pero los especialistas creen que Corea del Norte está por lo menos a punto de desarrollar una capacidad de ataque intercontinental operativa. Corea del Norte insiste en que es una potencia nuclear de pleno de derecho y utiliza términos que recuerdan la doctrina de "no atacar primero" del arma atómica. El armamento norcoreano "no planteará ninguna amenaza a ningún país o región mientras no se cuestionen los intereses de Corea del Norte. Es nuestra declaración solemne", recogen los medios oficiales.
Respuesta firme. El presidente estadounidense le pidió a China que frene las provocaciones norcoreanas.