Si de desafío se trata, Central cuenta con la chance de meter rápidamente la cabeza en lo que será también prioridad para el semestre. Con el debut en el torneo ante Defensa y Justicia ya formando parte del pasado, hoy emerge la necesidad de hacer foco en otro terreno, no menos atractivo por cierto. Porque la Copa Argentina es un plato tanto o más apetecible que el campeonato doméstico en esto de fijar posturas futbolísticas y lograr que la ingeniería de la previa, con una inversión acorde a las pretensiones, entregue rápidamente sus dividendos. Atlético de Rafaela es el escollo de turno, al que deberá sortearse para seguir en carrera. En octavos ya espera Deportivo Morón.
El formato de la Copa Argentina hace que algunas cosas deban ser analizadas desde otra perspectiva. Las condiciones de esta competencia así lo imponen. Es que el terreno es otro, en el que se juega a "suerte y verdad", sabiendo que en sólo 90 minutos se decide la continuidad y el alimento de la ilusión o la crueldad de bajarse rápidamente de la contienda.
El escenario que plantea la Copa Argentina es demasiado claro. Hay un título al final de un camino para el que es necesario atravesar seis estaciones, con la particularidad de que esa coronación trae un premio extra: la clasificación a la Copa Libertadores 2017, de la que irán en busca muchos equipos de peso (en ese lote están Boca y River, sólo por citar algunos nombres), a los que les queda sólo ese camino. Por supuesto que en el medio también hay una espina por sacar. Vaya el recordatorio para las finales de las últimas dos ediciones, ambas perdidas, una a mano de Huracán y otra, el tan recordado partido frente a Boca, en el Mario Kempes.
Una de esas estaciones a la que se hace referencia ya fue sorteada con éxito. Con un esfuerzo mucho mayor al esperado teniendo en cuenta la categoría del rival (Villa Mitre de Bahía Blanca, por los 32 avos). Pero, se sabe, en este formato de competencia cada partido es una historia en sí misma. Hoy el parámetro futbolístico, de rendimientos individuales y funcionamiento colectivo lo entrega lo que fue el debut en el Gigante ante Defensa y Justicia del pasado sábado. Es allí de donde Eduardo Coudet puede echar mano para rescatar argumentos positivos para potenciar y falencias sobre las que también habrá trabajado.
Claro que la cosa vendrá con algunos remiendos, lógicos por cierto. La ausencia de Teófilo Gutiérrez, quien de antemano se sabía que debía viajar con la selección Colombia (además lo hizo con una molestia en el posterior derecho), ya es un dato por sí solo. Ni hablar de la baja de Marco Ruben (ver página 3).
Todo esto también forma parte de la previa, con una posible implicancia en el juego, pero es lo que hay y contra lo que se debe lidiar.
Central tiene un desafío consigo mismo. Atlético de Rafaela (viene de perder en el debut frente a Atlético Tucumán) no se presenta como uno de los escollos más duros que pudieron haber tocado, pero tampoco invita a creer de antemano que la serie indefectiblemente será sacada con éxito. A este partido, el conjunto canalla llega en condiciones distintas que cuando le tocó afrontar la fase de los 32 avos. Este equipo tiene más base física y rodaje encima. Sólo es cuestión de demostrar la diferencia en el potencial futbolístico que, se supone, existe entre uno y otro. Por la sencilla razón de que el terreno en el que se moverá hoy en cancha de Unión es continuidad o despedida.
Algunos cambios más y la espera sobre la presencia de Lo Celso
La variante de Herrera por Ruben no será la única. Coudet moverá algunas piezas más y hasta anoche mantenía una duda, que tenía que ver con la inclusión o no de Giovani Lo Celso, quien arrastra un golpe en el cuádriceps. En caso de que el enganche no juegue, su lugar sería ocupado por Fabián Bordagaray. Eso sí, con uno u otro cambiaría el esquema. Si va Lo Celso será 4-2-3-1, en caso contrario, el equipo se parará 4-4-2. Mauricio Martínez sí parece tener un lugar asegurado (por Teo). Además, Víctor Salazar ingresará por Paulo Ferrari, mientras que Jonás Aguirre hará lo propio por José Luis Fernández. Estas dos modificaciones son de carácter estrictamente táctico. El Chacho convocó a 18 futbolistas y el banco estará compuesto por: Jeremías Ledesma, Ferrari, Hernán Menosse, Fernández, Lo Celso o Bordagaray, Gustavo Colman y Rodrigo Migone.