Los planes de que ejército alemán actúe en el interior del país en caso de atentados terroristas desataron ayer un duro debate en el seno del gobierno de coalición entre conservadores y socialdemócratas. El ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, ve innecesario modificar la Constitución alemana para posibilitar que el ejército pueda actuar en el interior del país para luchar contra el terrorismo, según declaraciones publicadas ayer en el diario alemán Passauer Neue Presse. "Los acontecimientos el fin de semana mostraron la rapidez y la enorme profesionalidad de las fuerzas de la policía", aseguró el político socialdemócrata (SPD). "No hubo ningún agujero que hubiera podido o debido ser rellenado por el ejército. No hay ningún motivo razonable para la nueva reactivación del debate sobre una misión del ejército en el interior", indicó. "No hay necesidad alguna para modificar la Constitución", dijo.
La Unión Cristianosocial (CSU) ve por el contrario necesaria una modificación de la Constitución para posibilitar la misión del ejército alemán en el interior para defender al país de peligros terroristas y para asegurar las fronteras.
Mientras, el presidente del grupo parlamentario conservador en el Congreso, Volker Kauder, indicó que si bien no se necesita una modificación de la Carta Magna, sería probablemente de gran ayuda contar con una ley clara al respecto. Toda la discusión abierta desde los ataques registrados la semana pasada en el país es vista por el experto en defensa del SPD Rainer Arnold como un "falso debate". "Lo que la CSU reclama provoca sólo una seguridad más aparente, pero no es más seguro contar con soldados armados en la estación de trenes", afirmó.
Regulaciones. La Unión EM_DASHformada por la CSU y la Unión Cristianodemócrata (CDU), de la canciller Angela MerkelEM_DASH no cuenta con un socio en el Parlamento para llevar a cabo la modificación de la Constitución, agregó. Arnold recordó que el artículo 35 de la Constitución regula el uso del ejército en el país como última solución en caso de catástrofes. Una misión en un acontecimiento como el vivido en la masacre en Munich no se encuentra entre los supuestos. Algunos miembros de la Unión intentan ahora rebajar el umbral del artículo 35, criticó.
Alemania tiene previsto comenzar a preparar los ejercicios conjuntos de lucha antiterrorista del ejército y la policía en una reunión de ministros en agosto, según informaciones cercanas al gobierno alemán. Esta operación forma parte del plan de nueve puntos, presentado el jueves por la canciller Angela Merkel y destinado a mejorar la seguridad de Alemania tras los ataques y atentados que sacudieron el país los últimos días, dos de ellos perpetrados por solicitantes de asilo.
Desde hace años existe un debate abierto sobre la posibilidad de llevar a cabo misiones del ejército alemán en el interior del país. Desde la CDU y la CSU siempre han reclamado un cambio de la Constitución para apoyar este tipo de misiones. Mientras, el SPD está en contra.
En la Constitución no existe una regla clara al respecto. En 2012, el Constitucional alemán dictaminó que un atentado terrorista puede ser visto también como un "siniestro especialmente grave", de acuerdo con el artículo 35, lo que permitiría el despliegue de soldados para apoyar a la policía.
Libro Blanco. En el denominado "Libro Blanco", que recoge las directrices en política de seguridad y que fue presentado recientemente, el gobierno alemán alcanzó un acuerdo para desplegar el ejército en caso de grandes atentados terroristas, evacuaciones o emergencias sanitarias, sin necesidad de modificar la Constitución. Sobre este acuerdo se basan ahora los previstos ejercicios militares. En el marco también de la lucha antiterrorista, el consejo de ministros alemán aprobó hoy un proyecto de ley para reforzar la seguridad aérea que permitirá al Ministerio del Interior prohibir vuelos -ya sea su despegue, su aterrizaje o su sobrevuelo- ante posibles amenazas. El proyecto, trasposición de directrices europeas, incrementará también los controles de seguridad a los que deberán someterse los empleados de los aeropuertos y las empresas que participan en la cadena de suministros.