"El viejo tiene pinta de gitano y está lleno de oro". Sin imaginar que era objeto de esa descripción, el hombre estacionó su Toyota Hilux en Catamarca entre Oroño y Balcarce y bajó a almorzar en un restaurante de la zona. No advirtió que a pocos pasos alguien bloqueó el cierre centralizado del vehículo con un inhibidor y, en su ausencia, robó todo lo que guardaba en la camioneta: 8.500 pesos y una pistola calibre 40 entre otras cosas. La pareja de asaltantes tampoco sabía que, en ese momento, era objeto de escuchas judiciales mientras concretaba el robo. Los detuvieron por formar una asociación ilícita con una docena de asaltos en carpeta y ahora firmaron condenas de 4 a 6 años de prisión en un juicio abreviado, junto a cuatro personas que recibieron penas más leves.
Quien "fichó" al dueño de la Hilux en una conversación telefónica intervenida es Betiana Mabel Quintana, viuda del dueño del boliche Infinity Night de Villa Gobernador Gálvez donde el 26 de mayo de 2013 asesinaron a Claudio "Pájaro" Cantero, entonces líder de Los Monos. En venganza, el bolichero Diego "Tarta" Demarre fue acribillado al día siguiente en bulevar Seguí y Maipú, cuando llegaba a su casa junto a Betiana.
Uno por uno. La mujer, de 36 años, fue detenida en marzo por la Policía de Investigaciones como líder de una banda de escruchantes que usaba un inhibidor para abrir las puertas de los autos y llevarse pertenencias de sus dueños. El martes, en un acuerdo abreviado entre el fiscal Aníbal Vescovo y los defensores Marcos Cella, Malena Copello y Bárbara Reynoso, aceptó una condena a 5 años de cárcel por varios asaltos y ser líder del grupo.
La pena definitiva se fijó en 6 años porque Quintana registraba una condena previa a 2 años de ejecución condicional, también de un acuerdo abreviado. Fue por un robo cometido en 2014 en la localidad de Malabrigo, a 470 kilómetros de Rosario, donde junto a tres cómplices maniataron a un hombre de 74 años en un criadero de pollos y se llevaron 19 baterías en desuso y cuatro bolsas de pollos eviscerados.
Luis Alberto Cardozo, apodado "El cordobés", fue sentenciado a 4 años de prisión como miembro de la banda por nueve hurtos en autos y tres robos en banda. Como tercer integrante y coautor de varios robos recibió 3 años de prisión el yerno de Quintana, Alberto Farid Moramarco, quien recuperó la libertad porque la pena es condicional.
Otras tres personas que ya estaban en libertad recibieron penas menores. Se trata de un tío de Quintana, Jorge Arístides Romero, de 55 años, quien fue condenado a un año y medio de prisión y además deberá terminar la escuela primaria. Por delitos de encubrimiento, ya que en sus domicilios se encontraron objetos robados por la banda, fueron sentenciadas a un año de cárcel una hija de Quintana, Jésica Xiomara Figueroa, de 22 años; y la hermana de Betiana, Jésica Quintana, de 28 años.
Otro efecto del abreviado es que un Peugeot 308 utilizado en los robos y que fue secuestrado al ser detenida Quintana fue confiscado para uso de la Fiscalía, al igual que un celular Iphone 6 hallado en ese vehículo. El acuerdo de partes se presentó el martes y fue homologado por la jueza Mónica Lamperti.
Modalidad. Los robos ocurrieron entre fines de 2015 y el último verano, la mayoría en la zona gastronómica cercana al Parque Norte. La gavilla utilizaba un inhibidor de frecuencia (bloquea la señal de la llave electrónica y la computadora del vehículo) y aprovechaba que el rodado quedaba abierto para robar todo lo que había en su interior. De las escuchas se desprende que Quintana y Cardozo se comunicaban por celular, uno marcaba a la víctima y otro accionaba el inhibidor. Y mientras él vaciaba el auto, ella lo mantenía al tanto de los movimientos del dueño.
Bajo esa modalidad se les achacó el robo de mochilas y lentes de un Renault Duster estacionado en el shopping Alto Rosario el 12 de enero al mediodía. El mismo día, a las 19 la sustracción de un portafolio y una notebook de un Chevrolet Prisma estacionado en 1º de mayo al 2000. El 15 de enero al mediodía, el robo de los 8.500 pesos y una pistola calibre 40 de una Toyota Hilux estacionada en Catamarca al 2100. El robo de herramientas y una rueda de auxilio la noche del 16 de enero de un Peugeot 208 gris, en Balcarce al 100 bis. Y el hurto del 2 de febrero a las 14.30 en un Mercedes Benz LX 300 estacionado en Wheelwright e Italia, de donde se llevaron dos valijas, ropa, un maletín y un celular.
En el hecho de Balcarce al 100 bis los maleantes se llevaron las llaves del departamento de la víctima. Pero el hombre tenía declarado en los papeles del auto el domicilio de sus padres. Por eso cuando Cardozo llegó a la casa lo atendió la madre del dueño. El le devolvió los papeles del rodado que dijo haber encontrado tirados en la calle.
Otros casos fueron el robo de una cartera y billeteras de un auto estacionado en 9 de Julio entre Mitre y Entre Ríos el 29 de febrero de 2016 a las 16.20. La sustracción de 2 mil pesos, un teléfono inalámbrico y una camiseta de un Ford Focus gris en Oroño entre Jujuy y Salta, el 4 de febrero a las 14. Y el 1º de marzo a las 13.40 el robo de una mochila de un Hyundai Tucson en Moreno y Urquiza.