Talleres estaba en el fondo del mar. Y de golpe no sólo pudo asomar la cabeza a la superficie sino posicionarse en primera división como para dar que hablar. El rival que enfrentará Newell's esta tarde en el estadio Mario Alberto Kempes se las trae desde que en noviembre de 2014 volvió a tener elecciones y tomó la presidencia Andrés Fassi, un hombre que trajo los aportes privados del Grupo Pachuca mexicano y con ellos levantó el club en lo deportivo y, como resaltan medios cordobeses, lo institucional. En la capital mediterránea no se habla de una sociedad anónima de hecho, no sólo porque se dejó atrás la conducción a través de gerenciamientos y órgano fiduciario, sino porque el club incrementó su número de asociados tradicionales como nunca en su historia y porque, desde la quiebra en 2004, recién ahora la conducción ganó su derecho a través de los votos. Y en el fútbol, que es su gran vidriera como la de tantos en el fútbol argentino, salió del fango con jóvenes promesas que ya no lo son tanto y viejos caudillos. El principal, el que surgió en Newell's pese a su tonada inconfundible: Pablo Horacio Guiñazú, de "apenas" 38 años.