Atlas en un momento fue una pasión de rojinegros, donde algunos leprosos no cambiaron los colores pero sí defendieron el honor de otra entidad. Ricardo Lunari fue uno de los integrantes de la troupe que estuvieron bajo la conducción de Marcelo Bielsa en el fútbol mexicano y que dejaron el sello. Uno imborrable dentro de la rica historia de una entidad que no era protagonista, pero que de la mano del Loco cambió la imagen. "Era un equipo que subía y bajaba, irregular y él le dio lo que da siempre. A partir de ahí empezó a ser más protagonista, peleaba siempre arriba", recordó el ex jugador leproso y ahora entrenador.
El arribo de Bielsa a la entidad azteca (lo hizo en el 92 como director deportivo y fue DT en el 93/94) les abrió la puerta a varios futbolistas de Newell's a los que había dirigido, conocía muy bien y sabía lo que les podía exigir. Lunari arribó procedente de Chile, pero desde el Parque emigraron para estar bajo la conducción de Bielsa, Eduardo Berizzo, Cristian Domizi, Alfredo Mendoza y Alfredo Berti. Todos nombres a los que el Loco les supo sacar el "jugo".
Si bien Bielsa ya había sorprendido en el fútbol argentino como entrenador en la Lepra, recién estaba dando los primeros pasos y aún tenía mucho por dar. Y en Atlas también marcó un antes y un después. "Pasó algo parecido a lo que hizo Marcelo en Chile. Desde su arribo el club tuvo un cambio grande. Era un equipo que subía y bajaba, era irregular y él le dio lo que da siempre. A partir de ahí empezó a ser más protagonista, peleaba siempre arriba. El año que estuvimos todos juntos clasificamos entre los ocho mejores para jugar los cuartos de final, algo que la entidad hacía muchos años que no lo lograba. Fue como que desde ese momento lo puso como un equipo protagonista. Hizo un trabajo importante en las divisiones menores", relató.
La llegada del Loco con su estilo generó algunos encontronazos y no a todos los futbolistas les agradaba la exigencia a la que eran sometidos. Les costaba adaptarse a lo que pretendía. "Los mexicanos estaban acostumbrados a otros entrenamientos e intensidad. Marcelo exigía algo diferente y tuvo varios roces. Al principio muchos se resistían, sobre todo a la intensidad y a la manera de vivir el fútbol que tiene. De todas maneras, con el tiempo fueron entendiendo lo que quería y una gran cantidad de futbolistas que pasaron por Atlas y América fueron la base de la selección de México. A la larga se vieron los resultados. Cuando comenzaron a valorarlo ya se había ido del país", expresó Lunari, quien era uno de los futbolistas mimados (a la manera del Loco) del DT.
El estilo de juego que propuso Bielsa obviamente que "les gustó a todos", aunque primero hubo una etapa de sorpresa hasta que la gente comenzó a entender lo que pretendía del equipo. "Al principio no entendían bien porque parecía un equipo apresurado y que corría más de lo que jugaba. Lo que quería era presión bien alta, correr y el público no estaba acostumbrado a eso. Cuando lo entendieron tanto en Atlas como en América dejó una gran impresión y durante mucho tiempo continuaron jugando de esa manera".
Dentro de todo lo que consiguió en la entidad, uno de los aspectos destacables fue la mirada que puso en las divisiones inferiores y las oportunidades que les dio a chicos que después tuvieron un largo recorrido y hasta integraron la selección de su país. "En Atlas hizo debutar a jugadores que fueron clave en la selección como Pavel Pardo, Osvaldo Sánchez, Jared Borgetti, chicos de 17 que hizo debutar en primera y tuvieron una carrera buena en el extranjero y en la selección", recordó.
Hubo un enamoramiento de los hinchas hacia ese andar del equipo conducido por el Loco. Si bien en este país era algo normal y muy diferente a lo que sucede por estos lares, cuenta Lunari que "cuando terminábamos los partidos, ganáramos o perdiéramos, la gente te esperaba para sacarse fotos o conseguir un autógrafos. No existía la locura. De a poco se fue perdiendo ese respeto que había en aquel momento. Era difícil que en el medio de un torneo se fuera un técnico. Se respetaba mucho ese aspecto. Tanto en América como en Atlas, Marcelo se fue cuando él quiso".
Bielsa tuvo la llave del club. O algo muy parecido a esa reflexión. Y mucho tuvo que ver, según la visión de Lunari, a que había buena gente, joven y a la que sedujo. Vio la posibilidad de avanzar con buenas personas e intenciones. Bielsa tiene la capacidad de enseñarles a los jugadores y hacerlos más completos. Pero también lo hacía con los administrativos, utileros, masajistas porque siempre buscaba acercarse a la perfección. Lo motiva mucho ser como el maestro. Y Atlas le puso el club a su disposición".