Alessandro Garske Pereira es brasileño, tiene 39 años y reside en el barrio Santo Inacio de Uruguayana. El hombre es un extraordinario gambeteador de los procedimientos policiales y conocedor de los grises de la ley penal argentina. Tiene en su haber una condena a 10 años y 6 meses de prisión por piratería del asfalto, pena que la Cámara Penal de Salta dejó firme en mayo de 2010, pero sin embargo estaba libre. Fe hasta la semana pasada cuando cayó preso en un control rutinario de Gendarmería Nacional en el partido bonaerense de Tigre. Entonces lo trasladaron a Santa Fe donde, el miércoles al mediodía, iba a ser imputado por la fiscal de Esperanza Clelia Trossero por una saga de hechos de piratería. Pero ante el juez sólo tuvo una expresión: "Nao entendo". Eso motivó que desde la Oficina de Gestión Judicial de la capital provincial solicitaran asistencia al consulado de Brasil en Rosario para la presencia de un traductor, y por eso la audiencia pasó a cuarto intermedio, sin fecha de reanudación.
El 25 de septiembre pasado la fiscal Trossero dio por desbaratada una banda de piratas del asfalto y reducidores de mercaderías que se movían con aceitada logística en Santa Fe, Corrientes y Brasil. Una serie de golpes en el departamento Las Colonias, sobre la autovía 19 que une las ciudades de Santa Fe y Córdoba a mediados de 2015, los puso en la mira. Entonces hubo varios allanamientos y siete detenidos, pero los cabecillas de la banda, el rosarino Germán Gustavo Ringel y el brasileño Garske Pereira, no pudieron ser hallados.
De Salta a Santa Fe. Ringel, propietario de un negocio de polarizados de vidrios en la zona de Pellegrini y Cafferata, había sido condenado en Salta en la misma causa que el brasileño Garske Pereira.
Ambos fueron encontrados responsables de dos robos planificados y organizados durante 2008 en el cruce de las rutas 9 y 34, en Rosario de la Frontera; y en la ruta 16, a la altura de El Bordó, en el sur salteño.
Sin embargo después se les perdió el rastro a los dos hasta la semana pasada cuando el brasileño, sobre quien pesaba un pedido de captura, cayó preso en Tigre gracias a un llamado anónimo que alertó de su presencia en la zona. Fue alojado en la comisaría 2ª de Tigre, desde donde se comunicaron con la Justicia santafesina para anunciarles la buena nueva. Así, el martes pasado fue trasladado a Santa Fe con una escolta de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y de la Policía de Investigaciones (PDI), y el miércoles tuvo su audiencia imputativa.
Los atracos. Cuatro golpes a mediados de 2015 sobre la autovía 19, en jurisdicción de Las Colonias, pusieron en alerta a la policía de Santa Fe. Los golpes eran calcados. Los piratas seleccionaban el camión al pasar por la Aduana de Uruguayana-Paso de los Libres. Los seguían hasta Santa Fe y los abordaban sobre la autovía 19 tras exhibirles armas a los choferes, efectuarle disparos intimidatorios o montar falsos controles de fuerzas de seguridad.
Con el camión dominado, al chofer lo llevaban a una finca donde lo dejaban maniatado unas horas mientras realizaban la descarga y después lo abandonaban en caminos rurales. Acerca de los camiones preferían Volvo de origen chileno.
El primero de los golpes detectados fue el 10 de junio de 2015 en jurisdicción de San Jerónimo del Sauce. Un camión chileno que transportaba cacao hacia Córdoba y San Luis fue asaltado por tres hombres que iban en una Ford Ranger. Le dispararon contra el parabrisas, del lado del acompañante. Con el chofer retenido, los piratas se ocuparon del auto que custodiaba la carga y que venía retrasado. El chofer y los empleados de seguridad fueron abandonados en Villa Constitución.
Con identica mecánica hubo otros tres golpes: el 25 de junio un cargamento de almendras safó de ser robado ya que el sistema de seguridad del camión bloqueó el motor entre San Jerónimo del Sauce y Santa Clara de Buena Vista; el 30 de junio un camión chileno de la empresa Mondel que llevaba herramientas Makita fue abordado entre San Jerónimo del Sauce y Sá Pereyra; y el 10 de septiembre desapareció una carga con lijas, discos de corte y abrasivos en Las Colonias.
Además hubo otros dos episodios atribuidos a la banda. Uno fue sobre la ruta 10, entre López y Santa Clara de Buena Vista, en el departamento San Jerónimo, donde fingiendo un operativo policial robaron un Renault Master de un comisionista de Rafaela. El otro hecho fue en Cañada de Gómez, en octubre de 2015, cuando robaron dos camiones provenientes de Cruz Alta (Córdoba).
Allanamientos. Los robos fueron investigados por las fiscales Julieta Tulián (Cañada de Gómez), Valeria Pedrana (Villa Constitución) y Clelia Trossero (Esperanza). Esta última fue la que ordenó los 14 allanamientos el 25 de noviembre pasado. Cuatro en Rosario, dos en Funes, uno en Roldán, dos en Pavón, dos en Pavón Arriba y tres en la ciudad correntina de Paso de los Libres. Ocho personas fueron detenidas y acusadas de robo calificado, privación de la libertad y asociación ilícita.
Una semana después de las detenciones, Osvaldo López Pereda, un correntino de 57 años que en la década del 90 supo ser candidato del peronismo correntino, falleció en el hospital Cullen de Santa Fe.
Imputaciones. De los otros siete detenidos, Ramón Bernardino "Cacho" Almirón, transportista de 44 años, y Richard Ariel Solís, de 42 y empleado del Complejo Terminal de Cargas de la Aduana en Paso de los Libres, firmaron acuerdos abreviados a 2 años de condena en suspenso por marcar los camiones más "frágiles" en seguridad y vigilancia.
Los restantes detenidos fueron Juan Cruz Mogordoy (ver aparte), Mauro Darío de María, Rubén Dionisio Rodríguez y Ariel Leandro Tognolo, quienes siguen ligados a la investigación acusados por los delitos de asociación ilícita y robo de mercadería en tránsito, calificado por el uso de arma de fuego y privación ilegítima de la libertad reiterados. El pasado 28 de febrero, en Paso de los Libres, también fue detenida una mujer brasileña de 35 años cuando intentaba ingresar al país pero recuperó la libertad luego de pagar una fianza de 180 mil pesos.
El rosarino Germán Gustavo Ringel, en tanto, sigue prófugo. En su haber no sólo tiene la condena de la Justicia salteña sinto también un pedido de extradición de Uruguay tras fugarse de una cárcel del departamento de Salto en 2013 por el frustrado asalto a un camión que transportaba perfumes Carolina Herrera, carga valuada en 2,5 millones de dólares.