Con la declaración indagatoria a un policía que realizaba adicionales como vigilancia en el bar La Tienda, la Justicia Federal retomó ayer después de seis meses la investigación por la desaparición y muerte de Gerardo "Pichón" Escobar, el empleado municipal de 23 años hallado muerto en el río Paraná en agosto de 2015, una semana después de asistir a ese boliche del microcentro. El procedimiento seguirá hoy con la indagatoria al patovica sindicado de haber cometido el homicidio e identificado en una filmación golpeando a la víctima. Así quedó establecido cuando el expediente se tramitó en la Justicia provincial, que se declaró incompetente para pesquisar el delito de desaparición forzada de personas como se caratuló la causa.
Fuentes cercanas a la investigación confirmaron a La Capital que el juez Marcelo Bailaque procedió ayer, entre las 8.45 y las 10.30, a indagar al policía Luis Noya. Lo hizo en presencia del abogado defensor, José Luis Giacometti, y del fiscal Federico Reynares Solari.
El policía aclaró que durante un año hizo adicionales esporádicos en La Tienda, que no conocía a Escobar y se amparó en una filmación del comercio el día del incidente en la que él aparece prácticamente dormido, sentado sobre una banqueta en el hall de ingreso al local.
Aunque se desligó de la agresión y respondió preguntas aclaratorias de su abogado y de los funcionarios judiciales, el fiscal lo acusó formalmente de desaparición forzada de persona y formar parte del grupo de civiles y policías que coordinó las acciones destinadas a concretar el homicidio de Escobar.
El imputado seguirá en prisión preventiva mientras el juez Bailaque decide su situación procesal. Mientras tanto, la defensa evaluará si presenta el pedido de libertad o la morigeración de la medida.
Como con el resto de los acusados, el juez tiene 10 días para resolver la situación procesal de Noya.
Casi al mismo tiempo que en los Tribunales Federales se realizaba la indagatoria, Luciana Escobar (hermana de Pichón) se reunía con autoridades del Ministerio de Seguridad para plantear su preocupación por hechos de hostigamiento sufridos (ver aparte).
Para hoy está previsto que declare el patovica Cristian Vivas, identificado como quien golpeó a Escobar y lo arrastró detrás de un auto estacionado en Tucumán casi Sarmiento.
Los custodios César Ampuero y José Luis Carlino, en tanto, declararán mañana; mientras que se reprogramó para el viernes el testimonio del policía Maximiliano Amiselli, que hacía adicionales en La Tienda.
Mientras la causa se tramitó en la Justicia provincial, Vivas fue imputado de homicidio y el resto de encubrimiento. Pero la querella que representa a la familia Escobar siempre sostuvo que se trató de una desaparición forzada, delito en el cual participa el Estado a través de la policía y civiles.
Puntualmente argumentaban que luego de ser golpeado en la calle y antes de desaparecer, Escobar fue alojado de modo ilegal en la comisaría 3ª y desde allí llevado a la zona de barrancas y arrojado al río.
Pichón Escobar fue hallado muerto en el Paraná el viernes 21 de agosto del año pasado. Había sido visto con vida una semana antes, al salir del boliche La Tienda (Tucumán al 1100). En Tucumán y Sarmiento, tras protagonizar un incidente menor con el auto de una encargada del local nocturno, fue brutalmente golpeado según el registro de una cámara de vigilancia de la zona.