Saber que luego de gobiernos que robaron, y otro que sólo favorece a una minoría no tenemos derecho a un trabajo y a una vida normal da mucha bronca. Y como madre, ver como mi hijo tras buscar trabajo tanto tiempo, gastándose hasta el último centavo en fotocopias, colectivos, se enferma de depresión es algo muy doloroso y que no voy a perdonar nunca. Promesas de trabajos incumplidas son un dardo clavado en el alma, y así nuestra juventud se enferma. Es llorar cada vez que veo las tristes historias de vida de cada uno que sólo pide trabajar. Los vagos viven bien, los presos también, subsidios para lo que sea, y el que pide trabajar no encuentra nada. Discriminan a todos, antes el obrero era obrero o empleado, no "senior", ni "junior". Tuve que hacerlo tratar porque es tan grande su depresión que duele. A ver, sociedad, ¿qué nos pasa? A nosotros nos robaron una casa y la Justicia no puede hacer nada, sí defender a los que usurpan. Crié a un hijo sano, sin vicios y la sociedad me lo enferma. Por favor, basta.