Aunque es un tema polémico, como ciudadano de a pie dejo un comentario sobre el tema del aborto. Creo en principio que la mujer es dueña de su cuerpo en forma total, de cuerpo y alma. La sociedad opina, el clero da su versión, los funcionarios dan cátedra sobre el tema, pero las únicas que tienen derecho a opinar son las mujeres. Creo que engendrar una vida es una maravilla de la naturaleza humana. Ahora, pasemos a la realidad. La falta de educación sexual en las escuelas, la prohibición de la Iglesia de usar preservativos y enseñar en los establecimientos escolares, crean situaciones de riesgo a las jóvenes embarazadas sin educación y prohibiciones al conocimiento. Cuando se prohíbe la enseñanza, el uso de preservativos, se obliga a los carenciados a realizar abortos clandestinos que muchas veces llevan a la muerte. Me pregunto si no es hora de hablar a cara descubierta, decir la verdad, no mandar mercenarios para anular la protesta genuina de las mujeres, como hace poco sucedió. Siempre tapando la protesta con la agresión. La ley debe ser clara y se debe aplicar. Tenemos la obligación de educar a nuestro pueblo sin miserias humanas que todos conocemos. La Iglesia, que se ha modernizado con nuestro Papa, debe propiciar la educación, no el oscurantismo.