Viendo por los medios televisivos como se desarrollaba el informe de los resultados de la última elección en la provincia de Buenos Aires, me encuentro de pronto con un show mediático fraudulento. ¿Por qué digo esto? Al ver como apenas iniciado el recuento de los votos, se publicó al candidato de Cambiemos con un supuesto porcentaje a favor como efecto publicitario. Pasando los minutos, el porcentaje a favor seguía y así se mantuvo hasta cierta hora. Cuando indudablemente no podían tapar la realidad, los votos de Unidad Ciudadana fueron creciendo, y ellos, al saber ya que los iba a superar ordenaron parar la carga de votos. Es muy triste lo que hicieron, es de una bajeza increíble ocultar la voluntad popular. Este gobierno que se jacta de ser impoluto demostró que no va a escatimar esfuerzos ni dinero para tratar de seguir por este camino, y seguramente intentarán ocultar los resultados. Son 1.500 mesas, algo así como 300.000 votos. ¿Cómo se puede interpretar esto? ¿Error o fraude? Mientras, los principales referentes de este gobierno, con una hipocresía y necedad que no tiene parangón, buscan muchas excusas para justificar este procedimiento. Me parece que se les terminó la excusa de la pesada herencia y la corrupción, cuando ellos son los auténticos corruptos por una total falta de ética personal y política que dejó asombrados a una gran cantidad de argentinos.