Yo ofrecí las instituciones en que participo para los talleres del encuentro de mujeres, ergo no soy ni misógino ni machista. Pero no puedo aceptar que para "empoderar" a las mujeres se produzcan todos los trastornos que hubo en Rosario. No estaba al tanto de las agresiones, pero sí vi en una esquina a dos mujeres de edad avanzada quejándose porque por los cortes de calle hacía más de dos horas que esperaban un colectivo. El poder no se logra perjudicando a otros sino por propio peso. ¿En la sociedad actual la mujer estuvo ajena? ¿Quién educó a los hombres? Los cambios logrados por imposición sólo generan resistencia. Los cambios auténticos son los logrados por consenso.