La diputada Elisa Carrió reavivó ayer el enfrentamiento que mantiene con la modelo Jésica Cirio al ratificar que la había tildado de “gato”. En la mesa de Mirtha Legrand, la anfitriona le preguntó si se arrepiente de haber calificado así a la vedette y la dirigente se justificó: “Un periodista dijo que me había escuchado decir eso, pero si usted ve el tape yo no lo dije en público”, aclaró. De esa forma, Carrió reconoció que, fuera de cámara, se había referido a la esposa del diputado Martín Insaurralde en esos términos. “El problema ya no soy yo, el problema es si es verdad. No me pregunten más, porque es terrible lo que sé”, advirtió. La disputa entre la modelo y la diputada se remonta a octubre pasado, cuando se le adjudicó a Carrió haber dicho que si Insaurralde gana las elecciones a gobernador bonaerense “tendremos un gato de primera dama”.
Susana se dio el gusto