El secretario de Agricultura de la provincia de Santa Fe, Mario Bargellini, instó a replantear el modelo productivo del país, teniendo en cuenta que tras la salida de las eventualidades climáticas, el problema no se soluciona con una sola herramienta.
El funcionario anticipó que por más canales que se hagan en la región para atenuar el desborde de las aguas, no se va a poder frenar el problema de muchas localidades en varias provincias.
Bargellini, explicó que la realidad actual de las provincias Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe se relaciona con un esquema de desarrollo agropecuario, que en los últimos 20 años, ha transformado toda la productividad de la zona.
"Ojala la asistencia a productores agrícolas, pecuarios y lecheros, junto al apoyo financiero puedan ayudar a paliar la situación. Sobre la cosecha, estamos analizando las pérdidas y en otras áreas (horticultura) nos hemos propuesto mejorar la infraestructura.
Por otra parte, comentó que desde su cartera, van a insistir para que se roten los cultivos, dejando en claro que los campos sembrados solo con soja, tiene una capacidad de absorción del agua de precipitaciones, inferior a los 500 mililitros por año.
AYUDA. Esta semana, varios directivos de Federación Agraria Argentina (FAA), plantearon en sus asambleas la incertidumbre de cómo seguir adelante.
Al respecto, el vicepresidente de la entidad, Ariel Toselli remarcó que para los pequeños y medianos productores inundados, los altos costos impiden continuar con la cosecha y la recuperación de la hacienda.
"Vamos a ver resentida la cadena de pagos. A fines de mayo, cuando se vencen los acuerdos por insumos y otras ayudas de las cooperativas; es probable que no se cumpla con el pago de los cheques emitidos", alertó el dirigente agregando que se necesitan otras líneas de créditos para revertir el problema.
Asimismo, pidió que los gobiernos continúen trabajando con la base de la emergencia agropecuaria, aunque comenzando a reconocer que nuevamente vamos a cerrar un año con muchos establecimientos productivos que desaparecen.
"En General Villegas más de 3000 vacas lecheras se fueron de la zona y ya se cerraron 12 tambos. Ese es solo un ejemplo de lo que está pasando y lo que queda", sentenció el dirigente.
A priori, el reclamo está centrado en una línea de crédito accesible, para refinanciación de deudas y con una tasa menor a un dígito. "Se está perdiendo mucho dinero y esto va a complicar a cada provincia. Estamos viendo que entre un 20 y 30 % de los productores no están en el sistema financiero y solo dependen de las cooperativas de cada zona. Hay que pensar que la problemática no solo alcanza a los campos inundados, sino también, a aquellos que salen de tener agua, pero quedan en condiciones improductivas".
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