El freno en la escalada del dólar impactó en los negocios agropecuarios. El valor de la soja se movió a la baja, en sintonía con la divisa norteamericana, y la actividad en la Bolsa de Comercio de Rosario mermó.
El freno en la escalada del dólar impactó en los negocios agropecuarios. El valor de la soja se movió a la baja, en sintonía con la divisa norteamericana, y la actividad en la Bolsa de Comercio de Rosario mermó.
Promediando la semana la oferta por la oleaginosa bajó otro escalón de $150 y se ubicó en torno a los $4.200 por tonelada. El dólar debilitado frente al peso y la fuertes bajas en el mercado de Chicago frenaron las operaciones.
La soja cayó en el país del norte más de u$s12 la tonelada para el contrato que vence en septiembre en Chicago, luego de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) mejorase en dos puntos porcentuales la proporción del cultivo que se encuentra en condiciones buenas y excelentes en ese país. Las caídas se trasladaron al maíz, mientras que los futuros de trigo cerraron en baja frente a la presión estacional que impone la cosecha en Estados Unidos.
"Los operadores no ven en estos momentos que la divisa tenga un recorrido alcista, ya que fueron claras las medidas del Banco Central en apaciguar a los compradores, y hacerlos recapacitar que una vez cubiertos sus riegos, quedan otros negocios en pesos, con tasas de 26,60 por ciento como las que se pagan en el mercado secundario de Lebac, mencionó el analista Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios.
Celina Mesquida, RJO´Brien, explicó que "todo parece demostrar que los rendimientos de los cultivos en Estados Unidos tenderían a estabilizarse y si bien no será una cosecha record como la del año pasado, las condiciones distan mucho de la gran sequía del 2012".
Nuevamente la sensación es que los rendimientos de maíz estarían más cerca de los 170 que de los 160 bushel por acre (BPA) y para soja de los 48 que de los 46 BPA.
"Lo cierto es que muchos desestimaron la posibilidad de que los cultivos pudieran mejorar, y en medio de una mayor oferta hídrica y de temperaturas más templadas, el mercado se desenamoró del rally. El quiebre se agudizó de la noche a la mañana y se pronunció de tal modo que las graficas desdibujaron por el momento la inercia alcista alcanzada", puntualizó.
La analista sostiene que "sin duda el maíz fue envenenado por la estrepitosa caída en los precios de la soja". Ya que en maíz las condiciones continuaron empeorando y es donde posiblemente ya exista una merma en la producción. "Pero la soja no ayudó en nada, los deliverys de agosto están abarrotados de soja y de harina y eso nos demuestra una vez más que la demanda no estaba ahí para rescatar el rally. El usuario final se esta esperando con los brazos cruzados que lo vengan a buscar.", señaló.
El clima. Por otra parte, las condiciones climáticas están impactando en la siembra de trigo. Por las heladas, 23 por ciento de los trigos en condición regular, informó la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
"Muchos lotes han perdido biomasa casi en su totalidad", apuntaron. Los ingenieros del oeste de Córdoba y del centro sur santafesino, describen así el daño que ha desplomado la condición de los cultivos. Hace una semana, la región tenía trigos en un 80 por ciento muy buenos a excelentes. Ahora, solo el 46 por ciento siguen así. Afortunadamente, los más afectados, son de zonas que habían logrado un gran desarrollo foliar que actuó de escudo, impidiendo que las heladas alcanzaran el cuello de la raíz. Pero la recuperación de los trigos será muy lenta y las malezas están al acecho.
Si bien todavía es muy pronto para evaluar si habrá repercusiones en el rendimiento, el intenso frío, con zonas de hasta 9 bajo cero, desplomó la condición triguera de la región. "Ahora hay un 23 por ciento regular. No se han perdido plantas, pero las intensas heladas dejaron su marca, sobre todo en los trigos cordobeses. Allí, poco puede observarse del excelente crecimiento con que venían desarrollándose. La abundante cantidad de hojas absorbió el choque térmico, los meristemas han quedado a salvo y se han evitado las pérdidas de plantas en los stands", indicó el informe.
Pero, aunque en general los técnicos se inclinan por decir que el rendimiento no se vería afectado, en zonas muy dañadas como en Noetinger, no están seguros de ello y quieren observar cómo termina evolucionando el cultivo en las próximas semanas. Por lo pronto, todos están de acuerdo en que la recuperación será muy lenta y hay que estar atentos a las malezas que ya empiezan a verse: eragrostis, ortiga verdadera, ortiga mansa y bolsita de pastor.
El trigo. No obstante, desde GEA advierten que "lejos de dejar al cultivo varado, en la próxima semana se comenzará a refertilizarlo, apuntalándolo para obtener trigos de calidad y potenciales por encima de los 40 quintales". Por otro lado, con el cese de lluvias se incorporaron algunos cuadros más, en especial en el noreste, de Buenos Aires. También se resembraron aquellos en los que se había malogrado las implantaciones por excesos hídricos. El centro sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba prácticamente finalizaron la siembra. El norte de Buenos Aires sigue todavía algo más rezagado. Les falta por sembrar 5 por ciento del área.
El escenario climático sobre el centro norte de la provincia permitió avanzar con la recolección de los maíces de segunda sin inconvenientes y el desarrollo del trigo. "En todos los departamentos que comprenden el área, el trigo continuó su proceso de crecimiento sin inconvenientes a pesar de que un porcentaje manifestó el impacto del marcado descenso de las temperaturas y sucesivas heladas, de la semana anterior, pero tras las características ambientales ocurridas le permitieron recuperarse", señaló el informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) del Centro-Norte de la Provincia de Santa Fe que elabora la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el ministerio de la Producción.
Al norte. Tareas de planificación y ejecución de fertilización nitrogenada y controles de malezas, fueron las características de la semana, siendo estos indicadores los que apuntalaron y sostuvieron las expectativas puestas en el cultivo por parte de los productores, subrayaron desde SEA.
Por otra parte, comenzó la siembra del girasol ciclo campaña 2017/2018, con los primeros lotes que presentaron buena humedad y venían de un barbecho largo. A posteriori de la inestabilidad y las precipitaciones permitieron óptimas condiciones de humedad y así el proceso de siembra registraría el incremento en ritmo y superficie. Se informó que se mantuvo la intención de siembra, la cual se estimó en un incremento del orden del 8 al 10 por ciento con respecto a la superficie sembrada en la campaña anterior.