Las Bolsas internacionales volvieron a caer ayer mientras se profundiza la huida de capitales del Reino Unido en dirección a bonos de los Tesoros alemán y estadounidense y al oro. La cotización de la libra tocó otro mínimo histórico de 1,27 dólar y más fondos de gestión inmobiliaria instrumentaron corralitos para enfrentar una ola masiva de pedidos de reembolso por títulos emitidos.
Los fondos Henderson Global Investors, Columbia Threadneedle y Canada Life siguieron el camino abierto ayer por otras tres grandes firmas británicas, M&G, Standard Life y Aviva, después de una verdadera invasión de inversores que querían canjear sus títulos por efectivo, por temor a una baja de los precios de los bienes raíces.
La presión sobre el sector inmobiliario comercial, que había disfrutado de un aumento del 40 por ciento en los precios a partir de 2009 hasta el comienzo de este año, se produjo después de que la libra se desplomara ayer a un nivel visto por última vez en junio de 1985.
Los analistas dijeron que la libra podría caer a 1,20 dólar en medio de advertencias de una desaceleración en el crecimiento del Reino Unido y la perspectiva de un recorte en el nivel las tasas de interés que se aplicaría la próxima semana.
Víctimas. "A pesar de que la Bolsa de Londres cotice actualmente en sus máximos de 2016, para orgullo financiero de algunos colegas en la City, lo cierto es que el SINGLE_LEFT_QUOTEBrexit' se está empezando a cobrar víctimas en todos los campos", dijo el economista y broker de la City londinense, Daniel Alvarez, de X Open Hub.
El economista añadió que el sector inmobiliario es uno de los más volátiles y cíclicos de cualquier economía. En el caso del Reino Unido, los altos precios de las propiedades han generado muchísima riqueza, sobre todo en Londres, y un mercado extremadamente dinámico y de carácter especulativo.
En el caso de las acciones, las únicas excepciones al desplome generalizado de la jornada fueron Wall Street y, más temprano, la Bolsa de Shanghai.
El índice industrial Dow Jones de la Bolsa de Nueva York cerró con un ascenso del 0,44 por ciento. Wall Street inició la jornada en números rojos pero a lo largo de la jornada fue subiendo bajo el impulso de los buenos datos de actividad no manufacturera estadounidense en junio.
En Europa, en cambio, se trató de un día de bajas generalizadas, con la Bolsa de Londres registrando una pérdida del 1,25 por ciento , mientras París se derrumbaba un 1,88 por ciento al cierre. Frankfurt, por su parte, bajó 1,67 por ciento. Milán fue la más golpeada por la turbulencia desatada por el Brexit, con una baja del 2,26 por ciento, a la espera de noticias sobre el vapuleado sector bancario italiano.
La zozobra global arrastró al Merval de la Bolsa porteña, que bajó 0,78 por ciento
Colchón de liquidez. Mientras todo esto ocurre, el Banco de Inglaterra, tal como lo había adelantado el martes su presidente, Mark Carney, intenta poner en marcha una política de amplia flexibilización monetaria para hacer frente a un eventual derrumbe financiero generalizado al estilo del ocurrido en Estados Unidos en 2008 tras la caída de Bearn Stearns, seguido posteriormente por el colapso de Lehman Brothers.
Lo ocurrido con los seis fondos inmobiliarios ya mencionados puede ser un síntoma de problemas mucho más graves, si bien estos casos distan mucho todavía de los riesgos implicados en las caídas financieras estadounidenses de 2008.
Vuelo a la calidad. La caída de los rendimientos de los títulos de deuda de Alemania y de Estados Unidos son otra muestra de la búsqueda de refugio creciente de los capitales que se fugan de Gran Bretaña.
Lo mismo pasa con el ascenso incesante aunque modesto del oro, cuya suba no cesa de crecer desde comienzos de año y, en particular, desde el triunfo del Brexit en el referéndum realizado el 23 de junio pasado.