Con una vasta trayectoria en el fútbol, siendo jugador, entrenador, representante de futbolistas y vicepresidente de Newell's, Eduardo Bermúdez aspira a conducir al club del Parque. Al frente de la lista del Movimiento Rojinegro Querido, asegura que este momento de crisis requería de su presencia. "Pienso volcar mi experiencia para dejar de sufrir", dice. Uno de los seis candidatos que se presentarán en la votación del 19 de junio se plantea conformar un equipo que no tenga problemas con el descenso hasta llegar a conformar en el futuro inmediato uno con mayoría de futbolistas de las inferiores. Tiene al entrenador Diego Osella como una opción, aunque cuenta con otro de "gran jerarquía" que prefiere no dar el nombre. Y en todo momento resalta los contactos que tiene en el fútbol, lo que garantiza conseguir las incorporaciones que sean necesarias.
—¿Qué lo llevó a postularse?
—El recuerdo de las palabras del Tata Martino cuando fuimos a contratarlo. En ese momento, el Tata descartó una oferta de la selección de Colombia para asumir en Newell's, que estaba muy preocupado por el descenso. El Tata nos dijo que si Newell's descendía, iba a cargar toda su vida con la cruz de no haber aceptaba ser el entrenador. "Si lo dirijo y me va mal, por lo menos me quedará la tranquilidad de que lo intenté", nos expresó. Me acordé de eso y resolví volver al club y dar una mano para salir de esta crisis. A partir de mi experiencia, trataré de hacer un equipo competitivo y de que Newell's vuelva a ser protagonista.
—¿Le preocupó la actuación del equipo en los últimos torneos?
—Sí. Venía diciendo hace tiempo que se hizo todo mal. Lo que me preocupa es que no veo propuestas de las demás agrupaciones. No atacan el problema que tiene Newell's, que es el fútbol. Justamente por eso me preocupaba mucho si yo no participaba. Ahí es donde nosotros pondremos todas las energías. Estoy trabajando fuerte para hacer ese equipo competitivo que queremos.
—Por lo que dice, está claro que el fútbol es la principal urgencia.
—Hoy estamos en una crisis futbolística. De todas maneras no podemos descuidar los otros sectores del club. Hay cosas para mejorar en todos los aspectos. Pero si no solucionamos el problema principal, que es el fútbol, lo otro no se podrá resolver. Hay que llevar a la primera división a un promedio de 1,400. Tenemos que serenarnos con el tema del promedio y luego pensar en cosas mayores.
—¿Cómo se llegó a esa crisis y qué hay que hacer para salir?
—Se llegó porque se hizo todo mal. Después de la era Martino estuvieron 40 días sin técnico (cuando se nombró a Alfredo Raggio para suceder al interino Ricardo Lunari). ¿Qué hay que hacer? Contar con un plantel en el que haya dos jugadores por puesto. Cada jugador en su puesto debe tener un suplente que se le acerque en cuanto a jerarquía. Hay que tener un plantel amplio y competitivo, así Maxi Rodríguez y Scocco van a rendir los dos escalones más arriba en los que se encuentran con respecto al resto.
—¿Habló con Maxi Rodríguez y Scocco para que sigan?
—Todavía no tuve contacto con ellos. Son dos cracks, ídolos de Newell's. Cualquier equipo del mundo quisieran tenerlos. No tengo la menor duda de que se quedan. Si tenemos la posibilidad de ser gobierno, lo primero que voy a hacer es sentarme con los dos y darles el respaldo necesario que se merecen como ídolos y como grandes jugadores.
—¿Qué cantidad de refuerzos considera necesarios?
—Refuerzos no, incorporaciones. Refuerzos son jugadores de 5 o 6 millones de dólares. Alrededor de cinco jugadores pensamos incorporar para mejorar el plantel. Eso no quiere decir que vayan a jugar de titulares. Pero al menos tienen que dar la tranquilidad de contar en cada puesto con un titular y un suplente. Quiero un par de defensores, un mediocampista central, un volante derecho de ida y vuelta, un volante ofensivo y a lo mejor un suplente para Scocco, y un punta más. No hacen falta inversiones de gran magnitud. Hay que mover las relaciones y estoy seguro de que no costará tanto dinero conformar un plantel que nos dé satisfacciones. Armaremos un equipo para salir de la situación que estamos, llevarlo a un promedio de 1,400 y luego evaluar las necesidades para seguir mejorando. No prometo campeonatos ni nada, sino abocarme a tener un plantel largo, ordenado y disciplinado.
—¿Alcanza con los recursos del club para traer futbolistas o se necesita dinero de afuera?
—Creo que se pueden traer con los recursos del club. Pero si es necesario, tenemos inversores que quieren aportar. Ahora, si los podemos tocar lo menos posible, mejor.
—¿Osella continúa siendo el único que tienen en mente como entrenador?
—No. A Osella lo tenemos en cuenta porque es un técnico muy trabajador, de mucha capacidad. Trabajó en un club sin comisión directiva, con el 60 por ciento de los jugadores que se iban en junio y con todas las agrupaciones que le estaban buscando reemplazante en Mourinho y Guardiola (sonríe). Osella nos va a pasar un plan para el futuro, pero también tenemos un técnico de gran jerarquía que nos mandará un informe. Luego evaluaremos y nos decidiremos por uno de los dos.
—¿Cuál es el nombre de ese técnico de jerarquía?
—Preferimos tenerlo guardado. Antes queremos evaluar los dos proyectos.
—¿Menciona su trayectoria y sus vínculos como la principal fortaleza para armar un equipo competitivo?
—Jugué en las divisiones inferiores y en la primera de Newell's. Dirigí 20 años en las inferiores del club, junto con Jorge Griffa, y también lo hice en la primera. Fui secretario general de los técnicos en la provincia, profesor de táctica y estrategia en el curso de formación de técnicos, siendo allí Claudio Vivas uno de mis alumnos. Después fui vicepresidente y asesor de los jugadores. Pienso volcar mi experiencia, que adquirí en todos estos años, para dejar de sufrir, como nos está pasando ahora a todos los ñubelistas. Esa experiencia la voy a volcar para armar ese equipo tan necesario.
—¿Piensan refaccionar el Coloso Marcelo Bielsa?
—A nuestro grupo de trabajo se incorporará Martín Giusepponi, una persona muy ligada a la familia Messi (es coordinador de la Fundación Messi), que será el encargado de proyectar lo del estadio junto a otros notables. Giusepponi será el director de márketing en Europa y el mundo, tratando de imponer la marca Newell's. Todo ese trabajo nos permitirá ilusionarnos con hacer un estadio, para que en tres o cuatro años tengamos acá la posibilidad de contar con el mejor jugador del mundo.
—¿Esto implica que las obras serán más ambiciosas que la construcción de la segunda bandeja sobre el Palomar, para el cual ya existe un préstamo preacordado con el Banco Municipal?
—Si queremos tener al más grande en unos tres años, hay que tener un estadio que responda a los requisitos de la Fifa. Otra obra será modernizar el estadio cubierto. Pero aclaro que lo primero será atacar la crisis que hay en el fútbol, tratar de sacar el equipo adelante y después pensar en el resto.
—¿Habrá una campaña de captación de socios?
— La vamos a evaluar en el momento que seamos gobierno.