El secretario general de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, definió ayer a la líder de la CC-ARI, Elisa Carrió, como "una granada sin espoleta dentro de Cambiemos" y consideró que "es la primera que está desestabilizando" al gobierno de Mauricio Macri.
"La primera que lo está desestabilizando es ella, por las bombas que le tira. Carrió dentro de Cambiemos es una granada sin espoleta. Acusa a los socios de esta organización", sostuvo el líder gastronómico, en alusión a la frase de la diputada nacional sobre presuntos intentos de desestabilización contra el gobierno.
El referente sindical resaltó que la ex precandidata presidencial "también tiene que ayudar y acompañar", y le pidió que haga sus críticas "para adentro y no para afuera, porque si no queda una incertidumbre en la población por la manera en que ella ataca".
Asimismo, el secretario general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos reconoció que "seguro habrá grupos, rezagos del kirchnerismo, que quieren que al gobierno le vaya mal", aunque aclaró: "No sé si (la ex presidenta) Cristina (Kirchner) lo quiere voltear, pero quiere salir al ataque como hizo en su gestión".
"Aprovecha la debilidad política del gobierno para salir. Pero no creo que haga ningún daño en ese sentido. El gobierno tiene que preocuparse urgentemente en ver cómo se deja ayudar en serio por los partidos políticos, los gremios", agregó.
Yasky pide paro nacional. En otro orden, el jefe de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, advirtió ayer que el sindicalismo está "en la cuenta regresiva hacia un paro nacional" contra las medidas de "ajuste" del gobierno de Macri y en reclamo de un "cambio de rumbo" y una "agenda social".
"La situación es muy grave y no hay visos que tenga resolución, porque el veto de la ley antidespidos dejó esa herida abierta", dijo Yasky, y señaló que "el problema de los despidos se sigue incrementando en la actividad privada y el sector público, y no hay ninguna solución, y a esto se le agrega el aumento de las tarifas".
El referente sindical apuntó que la "situación" en el país "amerita que el movimiento obrero tome en sus manos el reclamo de una agenda social, que el gobierno niega, y trate de parar este ajuste que está generando mucha presión en los hogares de los trabajadores".
"Muchos no llegan a fin de mes, la mayoría, y ni qué hablar de los hogares de los que han perdido el empleo", añadió.
También advirtió que "hay una situación de zozobra y desesperación que se hace más grave e intensa donde empieza a plantearse el tema de si como o no como todos los días".
Tras aclarar que junto a la CTA Autónoma, que conduce Pablo Micheli, se avanza en "el camino de la unidad en acción", adelantó que también se evalúa "la posibilidad de ir gestando las condiciones de encuentro con las otras centrales sindicales, pensando que sería muy importante para el movimiento obrero expresarse en un paro nacional, en acción unificada de todas las centrales".