Damián Maximiliano "Tacuara" Córdoba, un barrabrava de Central de 26 años, fue condenado ayer en el primer juicio oral por homicidio tramitado en el nuevo sistema penal. Fue por el crimen de Beatriz Heredia, de 67 años, baleada en el pasado 11 de febrero al quedar en medio de un tiroteo en barrio Ludueña. Por unanimidad el tribunal condenó a 7 años y medio de prisión a Córdoba como autor de homicidio agravado por uso de arma de fuego en grado de tentativa y de homicidio culposo, en concurso ideal. Los fiscales Ademar Bianchini y Miguel Moreno habían pedido una pena de 22 años y el defensor, Fausto Yrure, la absolución. El jueves 20 se conocerán los fundamentos de la sentencia.
Tiros. Beatriz, viuda y madre de dos hijas, recibió un balazo en la mandíbula cuando estaba en la puerta de su casa de Tucumán 5368 y hubo un tiroteo entre cuatro hombres. Una vecina la acompañó en ambulancia hasta el Hospital Clemente Alvarez, donde falleció. Minutos después, Córdoba ingresó baleado al Heca y adujo que le habían querido robar en Urquiza y Camino Aldao. Pero la pesquisa concluyó que él había participado en el tiroteo en el que murió Heredia y lo llevó a juicio.
En la audiencia imputativa el fiscal Moreno planteó que Tacuara baleó a la mujer al salir a buscar a quienes minutos antes le habían disparado cuando pasó en auto por la cuadra donde vivía Heredia. Y el defensor Yrure dijo que su cliente fue "una víctima del ataque previo en el que fue herido". Afirmó que no respondió a esa incitación y que acudió de inmediato al Heca.
Versiones. El juicio oral y público comenzó el 29 de octubre. Fueron seis jornadas en las que declararon unos 25 testigos ante el tribunal conformado por Carlos Leiva, Alejandro Negroni y José Luis Suárez.
Desde el principio la fiscalía y la defensa dieron versiones contrapuestas. La acusación sostuvo que Tacuara mantenía una disputa con su vecino Andrés G. por una amenaza previa. Pasadas las 14 de ese día, Beatriz estaba en la puerta de su casa con su perro. Mientras esto sucedía, según la acusación, Córdoba avanzó desde Camilo Aldao y San Lorenzo hasta Tucumán manejando un Fiat Uno rojo en el que viajaba otra persona que no fue detenida. Al escucharse una frenada, el acusado bajó del auto y empezó a tirar con un arma calibre 22 contra Andrés G., quien estaba a metros de la víctima. Beatriz no tuvo tiempo a nada y recibió una bala mortal.
Por su parte, Andrés G. contestó el ataque con una pistola calibre 9 milímetros e hirió a Córdoba en la ceja izquierda. La bala recorrió el cráneo superficialmente y salió por el cuello. Entonces Tacuara fue al Heca y allí quedó detenido.
Para la fiscalía, Tacuara disparó primero y por eso impactó a Heredia, quien estaba detrás de Andrés G. y no alcanzó a guarecerse. Sin embargo, para la defensa nunca quedó acreditado el dolo por parte de Córdoba de querer matar. Yrure siempre sostuvo que Tacuara se defendió de un ataque a balazos.
Pena. Tras los alegatos realizados el viernes pasado, el tribunal decidió condenar por unanimidad a Tacuara como autor del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa y del homicidio culposo, ambos en concurso ideal, a de 7 años y 6 meses. Córdoba fue absuelto de la acusación por el delito de portación de arma de fuego de uso civil, ya que el arma homicida no fue secuestrada. El jueves de la semana próxima se conocerán los fundamentos de la sentencia.