La banca latinoamericana destacó ayer que la Argentina "entró nuevamente en el radar de los inversores", pero al mismo tiempo alertó que "la recesión es más fuerte y más profunda que lo anticipado" y que existirán dificultades para que el país logre la meta de inflación del 17 por ciento que se planteó para 2017.
Así lo señalaron, respectivamente, el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Claudio Cesario, y el economista jefe para América del Sur del banco HSBC, Javier Finkman, al disertar en la apertura de la 50ª asamblea anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), en Buenos Aires.
"La economía argentina estará impulsada el año próximo por la mejora de la actividad en Brasil, la reactivación de la inversión pública y habrá una mejora marginal en el mercado de trabajo, pero existirán dificultades para lograr el objetivo de llevar la inflación al 17 por ciento debido a la inercia inflacionaria, dijo Finkman.
El ejecutivo se ocupó de destacar "la cantidad de reformas" que impulsó el gobierno argentino y dijo que "son bastante impresionantes", en referencia a "la liberación de la cuenta capital, la reducción del impuesto a las exportaciones, el engrosamiento de las reservas o la recomposición de las estadísticas".
De todos modos, detalló que "el desafío más importante para el año que viene es reducir la tasa de inflación. Se complica el objetivo de llevarla a 17 por ciento debido a las negociaciones salariales, la recuperación del crecimiento y algún ajuste pendiente de precios relativos, tarifas", afirmó Finkman.
Para el economista hay "una trampa fiscal" porque "como los salarios medidos en poder adquisitivo de alimentos cayeron, los países de la región tuvieron que implementar políticas sociales que incrementaron el gasto público y se volvieron pegajosas. Esto hoy no permite avanzar con la consolidación fiscal".
En el radar. Más afín con el gobierno, Cesario mencionó las medidas que adoptó el gobierno del presidente Mauricio Macri, a fin de "remover los obstáculos que impedían el crecimiento". Tras detallar los cambios en materia cambiaria, estadística y en el frente externo, el titular de la ABA sostuvo que el gobierno buscó "reinsertar al país en los mercados internacionales".
"La Argentina tiene nuevamente relaciones con los organismos de crédito internacionales y aspira a un rol de liderazgo regional. La expectativa es alcanzar el investment grade (grado de inversión) en los próximos años. Argentina entró nuevamente en el radar de los inversores", sostuvo Cesario.
Para Finkman "esta agenda de normalización es bastante impresionante, pero recordó que "la recesión es más fuerte y más larga de lo que habíamos anticipado". Señaló que ese proceso "continuó hasta prácticamente entrado el tercer trimestre y esto explica la demora en la recuperación de la inversión".
En tanto, la titular de la Felaban, María Mercedes Cuellar López, pidió mantener los "procesos de apertura económica" en la región y una mayor "inclusión financiera" para una "población que hoy tiene más información y opciones".
Dijo que, "esta recesión regional parece tocar fondo y difiere de las anteriores por la tenencia de elevadas reservas internacionales; una banca central independiente; flexibilidad de los tipos de cambio y endeudamiento público moderado".
El BCRA deja el "chiquitaje"
El superintendente del Banco Central (BCRA), Fabián Zampone, indicó ayer que la entidad dejará de lado "el chiquitaje" en materia penal cambiaria, para concentrarse en las "causas grandes". Reveló que la anterior gestión de Alejandro Vanoli dejó un remanente 800 mil sumarios por infracciones a las normas cambiarias e indicó que de ellos solo el 10% tuvieron resolución positiva ante la Justicia. Era un dispendio de gastos y recursos", explicó.