Desde mayo de 2016 la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de sus representantes en la Organización de las Naciones Unidas, están llevando a cabo las peticiones necesarias para eliminar por completo las tareas escolares de todos los sistemas educativos registrados. Una investigación demuestra que el estudiante que deja de hacer tarea en su casa recupera su alegría por el estudio y se transforma en una persona feliz.
Esto a propósito de Ecuador, donde el Ministerio de Educación firmó un acuerdo para que se reduzcan las horas destinadas a las tareas escolares, desde enero de 2017 para el período Sierra-Amazonía, tras las denuncias de los padres de familia por exceso de deberes.
Hasta el momento no existe explicación que justifique por qué cuando vamos a la escuela necesitemos hacer tareas. Y con ello coincide Harris Cooper, profesor de la Universidad de Duke que indica que desde 1989 diferentes investigaciones han revelado que los alumnos comprenden de mejor forma el trabajo que realizan dentro del salón de clases, además, las tareas y trabajos que les piden para hacer en su casa les quitan valioso tiempo para desarrollar otras actividades que son igual de importantes para su crecimiento.
Así mismo, la profesora Etta Kralovec de la Universidad de Arizona concuerda con los resultados de dicha investigación "Las tareas que los profesores a veces dejamos a nuestros alumnos en realidad no representan ningún beneficio para ellos".
Hasta la fecha se han realizado varios experimentos, por ejemplo, alumnos que dedican 1 hora de su día a hacer tareas en casa son mejores estudiantes que aquellos que suelen dedicar 4 horas. Lo que significa que estos estudiantes prácticamente pierden 3 horas de su tiempo al día, tiempo que pudieron haber aprovechado para realizar otro tipo de actividades.
Otros especialistas aseguran que las tareas afectan el carácter de los estudiantes, sobre todo cuando hablamos de niños, ya que el estudiar debe ser considerado como una Twittear 69 todo cuando hablamos de niños, ya que el estudiar debe ser considerado como una actividad de disfrute, nos debe apasionar aprender cosas nuevas. En lugar de eso, las tareas escolares molestan al niño y lo condicionan a no querer ir a la escuela, por eso es que no les gusta aprender.