El director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, salió ayer a aclarar que los más de 70 mil dólares que recibió de parte de un operador de la constructora brasileña Odebrecht fueron por el pago de "bienes muebles" en el marco de la venta de una casa.
El funcionario mostró el documento en el que figura el nombre del comprador pero, en un cambio respecto de su versión original, indicó que la transferencia estuvo asociada a esa transacción, aunque por la venta de "bienes muebles".
Luego de que se desatara la polémica por su supuesta participación en el escándalo de coimas brasileño conocido como Lava jato, en el que el operador Leonardo Meirelles lo señaló como receptor de casi 600 mil dólares, Arribas admitió haber recibido 70.475 en esa moneda por la venta de un inmueble.
El jueves pasado, ante la comisión bicameral de Inteligencia del Congreso, el jefe de la AFI afirmó que el dinero recibido correspondía a "bienes muebles". Una aseveración que despertó las dudas de los legisladores de la oposición que escucharon su exposición ya que, previamente, el funcionario había señalado que se trataba de la venta de un inmueble.
Ahora, Arribas salió a aclarar que "la única transferencia" que recibió "obedecía a parte de una operación de compraventa de un inmueble, más precisamente a los bienes muebles existentes en la propiedad".
En la escritura que hizo pública no figura la venta de los "muebles", por lo que el funcionario presentó una declaración hecha por el brasileño Atila Reys Silva el 19 de enero.
En la misma, asegura haber pagado el 26 de septiembre de 2013, "en moneda extranjera, la suma de 70.500 dólares" en concepto de "la compra de los muebles que integraban el inmueble" en cuestión.
"El viernes 27 de enero presenté un escrito ante la Justicia en el que expresé que la única transferencia que recibí y se acreditó en mi cuenta por 70.475 dólares estadounidenses obedecía a parte de una operación de compraventa de un inmueble, más precisamente a los bienes muebles existentes en la propiedad", afirmó el jefe de los espías.
En un comunicado, continuó: "En esa misma presentación ante el juez manifesté que el adquirente de los muebles me había exigido confidencialidad acerca de la referida transacción comercial. En el día de la fecha, y ante el pedido de mi parte para que revea dicha confidencialidad, el comprador me liberó de esa exigencia".
También resaltó que en la documentación que presentará "ante la Justicia a la brevedad" surge que "el motivo de la operación fue la venta de los muebles existentes en la propiedad, que el monto pagado por los mismos fue de 70.500 dólares estadounidenses y que el 16 de octubre de 2013 el comprador tomó posesión del inmueble y los bienes muebles existentes".