El seleccionado argentino de fútbol se clasificó a las semifinales de la Copa América Centenario tras golear 4 a 1 a Venezuela en un partido donde el equipo del Tata Martino pasó zozobra apenas en 10 minutos del partido. Con un buena actuación colectiva y los goles de Higuaín (2), Messi y Lamela, el equipo argentino lució una buena en el Gillette Stadium de Boston y se enfrentará ahora en semifinales el martes a Estados Unidos.
Argentina arrancó con todo en esos primeros 15 minutos. Con movilidad, con desmarque, con un Messi inspirado, un Banega metido y mostrando su jerarquía y un Mascherano cubriendo todo lo que pasaba por el mediocampo. Venezuela que fue a meterle presión bien arriba pero perdió en el mano a mano y ante las mejores individualidades argentinas.
Y ya a los 7' pasó lo previsible: Messi -que había tenido una clara a los 3' y su remate se fue apenas desviado- lo ubicó con mira telescópica a Higuaín y el atacante de la Lazio explotó con un toque cruzado para poner el 1 a 0.
Argentina fue más hasta la media hora porque cada vez que atacaba encendía las alarmas en un muy dubitativo fondo venezolano. Incluso a los 22' hubo un claro penal a Messi que el árbitro ignoró. Pero entre Mascherano, Gaitán, el gran nivel de Banega y Messi y un Higuaín aceitado, el equipo del Tata llevó peligro desde el buen fútbol y la contundencia.
Y a los 27', la presión de Mascherano tuvo su premio: Figuera quiso jugar hacia atrás, Higuaín intuyó que se quedaba corto, robó, encaró a Hernández, lo dejó trirato y definió el 2 a 0.
Las dudas de Argentina están en defensa, porque cada vez que Venezuela pudo tener la pelota, le metió miedo a una defensa dubitativa. Como ese bombazo de Rondón que pudo haber sido el descuento venezolano y que Romero evitó magistralmente.
Esas dudas provocaron que Argentina decayera los últimos 10' de manera muy notoria. Y Venezuela no lo desaprovechó: a los 38' un cabezazo de Rondón reventó el palo de Romero; a los 40 el que se animó fue Feltscher y su remate fue desviado por Romero al córner.
Y a los 42, la presión de la vinotinto tuvo su premio: Romero debió cometerle penal a Martínez y Seijas se paró delante del balón. Pero el volante quiso hacer el gol de su vida y la picó con tanta displicencia que la pelota terminó mansa en las manos de Romero.
Argentina pareció serenarse y volvió a retomar el control de la pelota en los primeros 15' del complemento. Y con Messi como generador, bien acompañado por Banega. Venezuela aflojó un poco el ritmo y decidió esperar para salir de contra.
Pero a los 14', Gaitán armó una gran jugada por izquierda, lo vio a Messi entrando por el medio y la Pulga definió entre las piernas del arquero para poner el 3 a 0.
La vinotinto se animó un poco más y por fin pudo quebrar la resistencia argentina: a los 24', Rondón -el mejor delantero venezolano- aprovechó un cetro desde la izquierda, descolocó a Romero y achicó cifras. Pero un minuto más tarde, Erik Lamela -que había reemplazado a Gaitán- buscó el arco con un remate preciso pero sin mucha potencia y su remate superó la floja resistencia de Hernández para el 4 a 1 definitivo.
Argentina hizo lo que tenía que hacer. Se mostró un poco ciclotímico en el tramo final de la parte inicial y después corrigió el rumbo para terminar imponiendo su jerarquía. La que tanta falta hace que demuestre de acá al final.