El seleccionado argentino (con el rosarino Gerardo Battistoni en el plantel) se consagró ayer campeón mundial al vencer a su similar de Rusia 5-4 en una final apasionante.
El seleccionado argentino (con el rosarino Gerardo Battistoni en el plantel) se consagró ayer campeón mundial al vencer a su similar de Rusia 5-4 en una final apasionante.
Los dirigidos por Diego Giustozzi pusieron la bandera albiceleste en lo más alto por primera vez en la historia de la copa que tuvo la final en la ciudad colombiana de Cali.
El brasileño Eder Lima abrió el marcador para Rusia, enseguida empató Alamiro Vaporaki y pasó al frente Argentina con un tanto de Leandro Cuzzolino.
En el complemento, Lima estableció la paridad, pero entonces llegó un doblete fundamental de Alan Brandi.
El arquero Nicolás Sarmiento tuvo su pasaje de lucimiento para conservar la ventaja hasta que Constantino Vaporaki consiguió ampliar la diferencia.
Así y todo, la definición no daba respiro: en el epílogo, Rusia se animó cuando Dimitry Lyskov realizó el descuento y arrimó con el tercer grito de Lima, pero no hubo tiempo para más y Argentina se quedó con los laureles.
Argentina pudo levantar el preciado trofeo en condición de invicto, luego de un largo camino en el que enfrentó a los equipos nacionales de Kazajistán (1-0), Islas Salomón (7-3), Costa Rica (2-2), Ucrania (1-0), Egipto (5-0), Portugal (5-2) y Rusia.