Alemania, Francia e Italia apremiaron al Reino Unido a poner en marcha el proceso de salida de la Unión Europea y anunciaron una serie de propuestas que presentarán hoy en una cumbre de Bruselas para dar un "nuevo impulso" al bloque. "No podemos permitirnos un período de indecisión", argumentó la canciller alemana, Angela Merkel, al término de una reunión en Berlín con el jefe de Estado francés, François Hollande, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
Merkel sostuvo que hubo consenso en que no habrá "negociaciones formales ni informales" con Londres antes de que el gobierno británico haya presentado la solicitud para abrir negociaciones, según manda el artículo 50 de los Tratados Europeos, que rige la salida de un país miembro. "Antes de que eso ocurra no se podrán tomar más medidas. El paso tiene que darlo el Reino Unido. Tenemos que avanzar rápidamente. Rápidamente quiere decir que el gobierno británico tiene que notificar lo antes posible su decisión a la UE y con ello poner en marcha las negociaciones", urgió por su parte el mandatario galo. "Es mejor para toda Europa que pase lo más rápido posible. Entendemos la situación del Reino Unido, pero también nosotros podemos esperar respeto por lo que somos, la Unión Europea", insistió el presidente Hollande.
Renzi expresó su pesar por la victoria del Brexit en el referéndum del 23 de junio. Dijo que mucha gente se despertó el viernes y se dio cuenta de que había perdido algo querido y al mismo tiempo había sentido "lo lindo que es ser europeo". Una Europa de los museos e instituciones culturales y no sólo de los bancos, destacó el italiano.
Nuevas propuestas. Los tres mandatarios adelantaron que presentarán propuestas para brindar "nuevo impulso" a la Unión Europea en la cumbre que se celebrará hoy y mañana en Bruselas. "Estamos plenamente confiados de que la Unión Europea es lo suficientemente fuerte como para dar las respuestas adecuadas. No tenemos tiempo que perder", reza una declaración conjunta emitida por los tres líderes en Berlín.
Según Merkel, la idea consiste en elaborar en los próximos meses medidas concretas en materia de seguridad, en la lucha antiterrorista, la creación de empleo, el crecimiento y la competitividad. En el ámbito económico, los líderes publicaron la declaración común se refiere en particular a los países del euro para trazar un plan de mayor convergencia, que "incluye los ámbitos sociales y fiscales", en el cual hay muchos gobiernos celosos de las prerrogativas nacionales de otros Estados. También se tratará de enviar "señales específicas" a la gente joven, continuó Merkel. Este proceso de debate podría continuar en septiembre y culminar con la celebración del 60º aniversario de los Tratados Europeos en marzo de 2017. "Pero no podemos esperar con propuestas específicas hasta entonces", se mostró convencida. El mensaje iba dirigida a Londres.
A refundar. El mandatario francés aclaró que no se trataba de "refundar la Unión Europea", sino de concentrarse "en medidas esenciales" entre las cuales también mencionó la armonización fiscal. Los tres líderes negaron que su encuentro significase el surgimiento de un "directorio" dentro de la Unión Europea EM_DASHaunque se trate de las tres mayores naciones de la UE por fuera de Gran BretañaEM_DASH y resaltaron la necesidad de enviar un mensaje de unidad en un momento de tanta relevancia histórica. "Italia, Alemania y Francia son los países más populosos de la UE y tres fundadores de la Unión. Es importante que nosotros estemos unidos", resaltó Hollande. "Tenemos que mostrar unidad", lo secundó Merkel. "Este formato nos pareció conveniente ante este acontecimiento verdaderamente drástico", justificó la incorporación de Italia a la reunión con su tradicional socio francés.
Merkel negó que los tres países tuvieran la intención de tomar decisiones por cuenta propia y recalcó que las resoluciones serán tomadas de forma unánime por todos los miembros del Consejo Europeo, que reúne a jefes de gobierno y Estado de la UE.
La postura de Cameron. Poco antes de la declaración conjunta en Berlín, en Londres David Cameron habló ante el Parlamento y ratificó que el país se tomará sus tiempos. El primer ministro británico dijo que el Reino Unido no iniciará por ahora conversaciones formales para salir de la Unión Europea. Agregó que el resultado del referéndum "no es el desenlace que me parece mejor para Gran Bretaña'', pero que se ha de respetar el resultado y aplicarlo "de la mejor manera posible''. El líder conservador dijo que no habrá cambios para los ciudadanos europeos que viven en el Reino Unido. La salida de la UE "distará de ser un proceso sencillo'' para la economía británica, auguró, pero añadió que las instituciones financieras británicas tienen planes "sólidos'' capaces de capear la incertidumbre del Brexit. La respuesta de Merkel y Hollande de poco después sería clara: "No podemos permitirnos un período de indecisión". O sea: apúrense a cumplir con el artículo 50.