Con su pequeña beba en brazos, el chico de 17 años se acercó a la escuela del
barrio con una pregunta precisa, que le surgió tras escuchar la noticia por la tele: "¿Voy a poder
empezar las clases después de las vacaciones?". El caso sucedió hace pocos días en una escuela de
Tablada. La duda del joven es similar a la que se plantean cientos de adolescentes que por diversas
razones están fuera del sistema educativo. Es que a fines de junio se acordó a nivel nacional
permitir que desde agosto puedan ingresar a las aulas del secundario aquellos que, por distintos
motivos, no arrancaron las clases en marzo pasado. Según adelantó el Ministerio de Educación de
Santa Fe, desde la semana que viene los interesados podrán acercarse a las escuelas y anotarse a
esta nueva posibilidad para terminar sus estudios obligatorios. Están previstas dos instancias
diferentes de reinserción.
Con el acuerdo de los ministros de Educación de todas las provincias, a fines de junio se firmó
una resolución que, en líneas generales, abre la posibilidad a los menores de 18 años de empezar o
retomar el cursado de la escuela media desde agosto. La iniciativa representa una instancia para
dar cumplimiento a la obligatoriedad de la escuela secundaria.
"La premisa es que desde la semana que viene aquellas secundarias que reciban la solicitud de
incorporación o reincoporación de alumnos al sistema deberán anotarlos", dice la directora
provincial de Educación Secundaria, Nora Reina.
La funcionaria explica que este trámite no significa necesariamente la entrada directa del
adolescente a la escuela, sino que previamente el director de cada institución realizará una
evaluación de la situación del estudiante. Para esta tarea tendrá en cuenta una serie de variables
sociales, familiares y académicas, a partir de las cuales determinará su ingreso al sistema.
La reinserción se dará en Santa Fe a través de dos caminos posibles. Uno es el sistema formal y
al año que le corresponde al alumno. Así el alumno cursará desde agosto todas las materias junto a
sus compañeros, aunque con una asistencia pedagógica. "Habrá un acompañamiento de ese chico, en la
medida que las escuelas así lo puedan hacer, por medio de los programas que tenemos, como tutorías
y planes de mejora", agrega Reina. En diciembre, el estudiante tendrá la posibilidad de rendir la
totalidad de las materias, y sólo aprobándolas podrá pasar de año.
Si no hay bancos suficientes en la escuela donde pretende anotarse un joven en agosto, el
director deberá inscribirlo igual, para que luego el Ministerio lo ubique en una escuela de la
zona.
Pero en aquellos casos en los que el director, tras realizar esta evaluación personalizada del
adolescente, entienda que no está en condiciones de reinsertarse de inmediato en un curso, está
prevista otra instancia de tipo no formal. "Para estos chicos habrá un trayecto pedagógico
alternativo, que se desarrollará en otro espacio institucional a definir, según los recursos con
los que contemos, pero que oficiará como puente hacia la reinserción formal para el año que viene",
señala Reina sobre el segundo camino a considerar.
Como posibilidad, la responsable del nivel medio de la provincia adelanta que estos chicos
"pueden ser ubicados en algunos espacios no formales que funcionan en escuelas técnicas, donde se
les van a incorporar otros espacios curriculares de formación general, como matemática y
lengua".
Desde el lunes
Un relevamiento realizado por La Capital en varias secundarias de la ciudad comprobó que
aún las instituciones no recibieron las instrucciones para comenzar a anotar a los adolescentes que
desean cursar desde agosto. "Desde el ministerio no nos dijeron nada todavía, pero ya tenemos
chicos y padres que viene a preguntar", contó a este diario la directora de un establecimiento de
la zona oeste.
Autoridades escolares de la zona sur y de barrio Ludueña también señalaron que esperan las
instrucciones oficiales para comenzar a anotar a los alumnos. De todas maneras, desde el Ministerio
de Educación santafesino confirmaron que desde el lunes comenzarán a llegar estas directivas a las
escuelas, para comenzar la etapa de inscripción de estudiantes.
Por la asignación universal
La exigencia de presentar certificados de vacunación y libreta escolar para cobrar la totalidad
de la Asignación Universal por Hijo (AUH) es otras de las causas que motivaron la apertura del
ingreso a las aulas desde agosto. "En algunas provincias esto se fue dando solo, porque los chicos
por distintos motivos entraban en mayo o junio, y las escuelas los pudieron ubicar para que no
pierdan ni la escolaridad ni el beneficio de la asignación", cuenta la viceministra de Educación de
la Nación, María Inés Abrile de Vollmer.
La funcionaria nacional explica que en la mayoría de las provincias "esto no significa que van a
estudiar hasta diciembre, sino que para los que entran ahora, su ciclo terminará a mitad del año
que viene". No obstante, aclara que debido a las disparidades de los sistemas provinciales, cada
jurisdicción podrá adoptar el sistema que mejor le convenga. "En Córdoba crearon 30 programas en
las secundarias para permitir este cursado, en Ciudad de Buenos Aires se usarán las escuelas de
reingreso que funcionan desde hace tiempo de manera más flexible que las tradicionales, y otras
optaron por aulas de aceleración, que sobre todo en zonas rurales, les permite a los alumnos
recuperar en poco tiempo las semanas o meses que no estuvieron en clases", ejemplifica Vollmer.
Más allá del impacto que esta medida tendrá para cumplir con las exigencias de la AUH, Nora
Reina sostiene que "si bien existe este condicionamiento, nuestra responsabilidad es trabajar con
los alumnos para que entiendan a la escuela como el mejor espacio en el que pueden estar en este
momento".