Arrancó un rato más tarde, pero la actividad en los comercios de la ciudad fue normal y no sólo en el centro y peatonales de la ciudad, sino también en los corredores comerciales de los barrios. Así, en la previa del Día del Padre, pese al recién estrenado feriado por la muerte de Martín Miguel de Güemes, el movimiento fue "el de un viernes normal", arriesgó el empresario y presidente de la Asociación de Amigos de la Peatonal Córdoba, Nelson Graels.
El acuerdo entre los comerciantes no tuvo fisuras: todos se decidieron a abrir las puertas. Incluso muchos de ellos lo anunciaron en sus vidrieras a lo largo de la semana.
Los carteles y anuncios donde se leía "Viernes 17/6. Abierto normalmente" fueron moneda corriente, ya que con la caída de las ventas y el aumento de los costos fijos que los comerciantes deben afrontar, nadie se podía permitir cerrar las puertas en vísperas del Día del Padre.
Hacia las afueras. Así, la postal de actividad normal se repitió tanto en el centro como en los corredores comerciales de los barrios y se extendió hasta entrada la tarde.
"Lo que pasó es que la gente quizá comenzó a llegar un rato más tarde de lo habitual, un poco después de las diez, pero se sostuvo", explicó el titular de Sport 78 sobre lo que sucedió en el área central.
Tanto sobre las peatonales Córdoba y San Martín, como en San Luis las persianas estuvieron levantadas.
Bueno. Si bien el pico de público se dio desde las últimas horas de la mañana hasta entrada la tarde, Graels aseguró que "se puede decir que fue como un viernes normal, no como otras vísperas del Día del Padre, pero sí un buen viernes".
El empresario aseguró que se trató de "una apuesta de los comerciantes que se pusieron de acuerdo, se arriesgaron y la gente respondió viniendo a los locales; incluso teniendo que pagar salarios dobles por el feriado, mantener abierto valió la pena".
Fin de semana extralargo con reservas en hoteles superiores al 70 por ciento
Rosario arrancó el fin de semana extralargo con un buen nivel de reservas en los hoteles. Si bien la celebración del Día del Padre y la cercanía del inicio de las vacaciones de invierno pudieron atentar contra la llegada de visitantes, las actividades por el Día de la Bandera hicieron de la ciudad un sitio interesante para atraer a los turistas. El subsecretario de Turismo de la Municipalidad, Diego Paladini, adelantó ayer que el nivel de reservas en los hoteles llegaba al 60 por ciento. "Esa es una cantidad que se termina superando", explicó, y anticipó que los cuatro días de descanso podrían cerrarse con una ocupación final superior al 70 por ciento. Incluso, esta vez los comercios abiertos ayer en el centro de la ciudad, también ayudaron a sumar en la convocatoria (ver aparte).
Cuando aún el fin de semana no se había iniciado, en la noche del jueves, el nivel de reserva en los hoteles de todas las categorías indicaban buenos presagios, con un promedio total del 60 por ciento para las primeras dos noches de los cuatro días en total que tendrá el parate.
En los hospedajes cinco estrellas la reserva era del 40 por ciento, en los de cuatro estrellas ascendía al 60 por ciento y en los tres estrellas crecía hasta el 75 por ciento; volvía a bajar al 60 por ciento en las alternativas de dos estrellas y caía en un 20 por ciento en los de una.
Los apart hoteles y los llamados hoteles boutique eran los que prometían estar más concurridos con reservas anticipadas del 80 y del 90 por ciento, respectivamente. Y en los hostels las reservas rondaban el 40 por ciento.
El subsecretario municipal explicó desde el punto de vista técnico: "En base a esos números podemos esperar un fin de semana con un nivel de ocupación de entre el 70 y el 75 por ciento", y detalló que "siempre sucede que, en base a los porcentajes de reserva, en los hechos hay una ocupación de entre 10 y 12 puntos más".
Los pro y contra. Aunque no dudó en adelantar que "será un buen fin de semana", el funcionario consideró que hay factores que favorecerán la llegada de visitantes, así como otros pueden desalentarlos .
"Habrá que esperar y ver cómo juega el hecho de que este fin de semana coincida con el Día del Padre. Porbablemente muchos prefieran quedarse en el lugar de origen por la celebración", advirtió Paladini, del mismo modo que caracterizó a "la cercanía de las vacaciones de invierno" como un punto desfavorable porque "el bolsillo de la gente, sobre todo con hijos, tiene un límite".
Las propuestas por el Día de la Bandera y las actividades en la ciudad, incluidos los actos centrales, podrían convocar un buen número de turistas. "Si bien muchos pueden venir ese día, otros quizá decidan hacerlo el domingo para quedarse hasta el lunes", anticipó.
En ese marco, el subsecretario planteó que "la apuesta de Rosario sigue siendo la de los visitantes de las cercanías, que vienen de localidades de entre 200 y 300 kilómetros", incluida la Capital Federal y ciudades bonaerenses.
Vacaciones. Si bien Rosario no es un destino de los clásicos de vacaciones de invierno, Paladini fue optimista sobre cómo puede posicionarse la ciudad como alternativa, sobre todo de cara a los flacos bolsillos.
"El impacto de los aumentos y el hecho de que aún se estén cerrando las paritarias hace que para muchas familias del interior sea muy difícil pensar en pasar una semana en destinos como Córdoba, Bariloche u otros lugares con nieve, y en ese marco Rosario puede ofrecer precios para todos los gustos, con actividades y espectáculos gratuitos, transformándose en una alternativa mucho más accesible", cerró el funcionario.