Patricia Ballerini. Soy arquitecta y vivo de mi profesión, me gusta el dibujo, también soy bailarina. Estoy en el grupo desde que se formó. Se estableció una relación de amistad y creo que eso es lo que lo hace perdurar. Había abandonado el dibujo a causa de la arquitectura, porque dibujaba mucho con la computadora. Fue maravilloso descubrir que podía retomar el dibujo a mano, porque en la época de la Facultad era un sufrimiento. Me siento cómoda y ya no me importa si sale bien o mal, acá se disfruta dibujando. No existe lindo o feo, bien o mal, es como uno ve la realidad, cómo la siente y cómo la representa.
María Alicia Fontanetto. Soy arquitecta, y me encanta dibujar. Esto es como un descanso, esto es sacar la parte creativa, pero además ayuda a mirar. Yo dibujo directamente en tinta y le pongo acuarela. Desde que entré al grupo, fue un proceso, una va cambiando. Empecé en lápiz, después tinta y ahora hago como un esquema en tinta y después pinto.
Carlos Bay. Estoy desde la cuarta salida. Soy arquitecto, siempre dibujé. Cuando era chico tomaba cursos. En la secundaria me daba clases Raúl Domínguez, "el pintor de las islas", me vio condiciones y me invitó al estudio de él en La Fluvial, y ahí me enseñó un montón de cosas, perspectiva, sombras. Después, entré en la Facultad con esa base. Siempre me gustó el dibujo, lo tenía olvidado, y me enganché tanto que no puedo parar, en la semana tengo una ansiedad que por ahí me tomo un café y dibujo algo. Empezás a mirar todo con otros ojos, te cambia la mirada. Hay algo escenográfico. Uso fibra, sin lápiz, y después lo completo con acuarelas o sombras.
Daniel Kosik. Soy arquitecto. Estoy en el grupo desde el inicio. Ahora me encuentro en una fase que podría llamar experimental, estoy más interesado en la expresión del dibujo que en la técnica. El dibujo puede ser expresivo o descriptivo. A mi ahora me interesa más la mancha, lo que sugiere y no tanto lo que dice, porque estoy haciendo plástica por otro lado, entonces estoy como contagiado. Trabajo con pinceles gruesos, con acrílicos, monocromo. Llevo en la mochila todo, por ahí un día pinta color y lo hago. Otros son más metódicos, yo voy más abierto a ver qué me pasa.
Guadalupe Ferrarons. Empecé a venir a mitad de año, soy arquitecta y trabajo como arquitecta. Siempre dibujé, me encanta, hace dos años me volqué más, estudio acuarela y dibujo. Vengo todos los sábados, no me lo pierdo, ya hice un par de exposiciones. Lo disfruto mucho. Yo siempre trabajo con acuarelas pero estoy probando con birome, voy a intentar luces y sombras.
Mónica Sandoval. Soy arquitecta y docente. Traigo mi silla portátil. La verdad es que es un espacio maravilloso, te diría que es hasta terapéutico, la observación, descubrir lugares de la ciudad que uno no conoce, siendo de la ciudad. No hace tanto que vengo, desde diciembre del año pasado. A través de Facebook fui viendo lo que publicaban conocidos y ponía "qué lindo, me gusta". No me atrevía. Toda la vida dibujé, de chiquita copiaba las caras de la revista Vosotras de mi mamá. Después fui a algunos tallercitos, y estudié arquitectura y me borraron la parte artística. Dejé mucho tiempo. Después hice cursos de acuarela. Hacía 11 años que no tocaba un pincel. Estaban guardados. Ahora trabajo en fibra y acuarela. Uso el trazo de tinta para enmarcar y después lo pinto con acuarela.
Adrián Nicolás Raggi. Estudio arquitectura. Hice una materia optativa que se llama Urban sketchers. Me gustó mucho y después busqué en internet si había un grupo de croquiseros en Rosario y los encontré. Me sumé y no pude parar. Hace ya casi dos años, vengo siempre, me gusta mucho. Yo siento que en el dibujo uno capta la belleza de lo cotidiano. Trazo con lápiz, a algunos los paso a tinta con plumín y tinta china o si no directamente acuarelas.
Moira Di Crosta. Yo hice Bellas Artes, un tiempo. Acá vengo desde la primer salida, falté a dos, nada más. Vengo por el placer de salir a dibujar, acá no hay crítica, no es una clase. Es como una manera de meditar, entrás en otro plano. Los lugares se nos van ocurriendo, armamos una lista. Hemos viajado a algún pueblo. Yo no soy arquitecta, nunca había dibujado espacios, entonces las primeras veces me costó. Pero bueno, es ponerse con ganas y va saliendo. Es un desafío. Yo busco cosas difíciles, y me dicen "justo eso". Y sí, justo eso porque es lo que no me sale o me cuesta más y ahí está la gracia. Cada salida es un encuentro saludable.
Patricia Echenique. Hace un año y medio que vengo. Soy arquitecta. En la facultad hacer los croquis era un suplicio, se padecía. Muchos daban a dibujar a gente que era capa en croquis. Hace dos años que me vine a vivir a Rosario por un motivo doloroso y para mi fue sanador entrar en el grupo. Me descubrí haciendo cosas que no imaginaba. Siempre está el temor de que uno no puede, y logré soltarme. Y como soy una obsesiva con el laburo, detallista, me propuse hacer croquis en una libretita, y todos se ríen por el nivel de detalle de esa libritita. No zafo. Pruebo con todo, birome, microfibra.
Leandro Ledesma. Estudio arquitectura. Siempre dibujo lo que tiene más detalles. Me gustan los edificios clásicos. Yo uso estilógrafo, que viene en diferentes medidas, uso las más finitas de todas, porque soy muy detallista, y teniendo el estilógrafo más fino te permite más graduación de grises en una misma lapicera. Con una gruesa vos tenés dos líneas, se juntan y se te hace un manchón, por eso prefiero la más finita. Pinté un par de veces pero saturo mucho los colores porque soy daltónico. Lo mío es el blanco y negro.
Silvia Simonit. Mi primer carrera fue Ciencias Económicas y eso me llevó a estar becada un año en Firenze y cuando volví quería completar mi actividad, la cuestión del arte, y me anoté en la Facultad. Éramos un grupo de graduados: médicos, arquitectos, ingenieros, en fin... Terminé la carrera de bellas artes y mi doctorado lo hice en Barcelona y ahí conocí a un grupo de sketchers y me pareció interesante para hacer acá. En Rosario me conecté con Daniel Kosik y arrancamos. Trabajo mucho en acuarelas y con colores. Definitivamente, me gusta el color. Para mí dibujar es manifestar el espíritu. Hace un tiempo publiqué en un grupo una acuarela, era una imagen a orillas del río, y alguien oriental me puso "free soul" y eso me interpretó claramente. Esto ha tomado un ritmo frenético. Es muy interesante la mezcla de concentración, silencio y dibujar en compañía.