Un verdadero porrazo fue lo que sufrió Newell's anoche la Fortaleza de Lanús ante el austero Deportivo Morón, para decirle adiós con mucha pena y poquísima gloria a esta edición 2016 de la Copa Argentina, un torneo que evidentemente ya puede catalogarse como un karma para los rojinegros, que no pueden avanzar a las instancias decisivas del certamen más federal del país. La Lepra, siempre dentro de la medianía, igual se las ingenió para generar un par de situaciones propicias para facturar e ilusionarse con la clasificación, pero se nubló en el área de enfrente y además pago carísimo una desatención frente a su arco y la esperanza de avanzar se le hizo trizas. La cara de Osella tras la derrota en la salida del vestuario reflejaba la desazón por este arranque fallido en un semestre donde existe la necesidad de levantar la puntería en el juego y asociarse con el protagonismo. Lo historia no arrancó nada bien. Y la chance de un posible clásico quedó trunca.